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El turismo genera al país más de $1.000 millones y 120 mil empleos directos. Esta foto fue tomada a las 10:25 a.m. de ayer en el Aeropuerto Juan Santamaría. Herbert ARLEY / Al Día
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Turistas acechados en aeropuertos
Alejandra MADRIGAL ÁVILA / Al Día
Colaboraron: Paola SÁNCHEZ y Álvaro SÁNCHEZ
Turistas que alquilan autos, se exponen a asaltos y robos en las cercanías del Aeropuerto Juan Santamaría.
El grito al cielo lo lanzó ayer la Asociación Costarricense de Auto Rentistas.
En los primeros seis meses del año se reportaron 245 robos a turistas, y nueve vehículos de rent a car sustraídos.
Según confirmaron autoridades policiales, al parecer, estos hechos son cometidos por un grupo de colombianos.
Tras arribar al país y alquilar autos, los visitantes son víctimas del timo del “pinchonazo” y de “bajonazos”, y les son sustraídas sus pertenencias personales. Todo ocurre a pocos metros del aeropuerto.
Caso reciente
El caso más reciente sucedió anteayer en Alamo Rent a Car, en las cercanías del aeropuerto Juan Santamaría.
José Chaves, vocero de Alamo, recordó ayer cómo un turista nacional alquiló un vehículo y terminó marchándose en bus.
“Salió en un Rav4 y regresó a los 20 minutos porque una de las llantas estaba estallada. Se llevó otro carro (un Toyota Yaris) y se lo volvieron a estallar. Entonces fue cuando le robaron varias cosas. Vino enojado y terminó marchándose en bus”, contó Chaves.
Constantes abusos
Ante esta situación, la Asociación Costarricense de Auto Rentistas (ACAR) denunció ayer que, de los 100 casos vandálicos reportados en el 2002, la cifra subió a 245 en lo que va del año.
El presidente de ACAR, Gonzalo Vargas, dijo ayer que el 70 por ciento de los actos de violencia se presenta en los aeropuertos Santamaría y Daniel Oduber, en Liberia.
“Los atacan con violencia y los despojan de las tarjetas de crédito, a escasas horas de haber llegado al país. Al final, lo que tenemos es un impacto negativo para el turismo nacional”, comentó Vargas.
Añadió que, durante este año, ha habido 140 casos de “pinchonazos” y 32 tachas de carros, y se han reportado nueve vehículos robados, frente a solo uno durante el 2002.
El ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, espera tener datos de ACAR para iniciar un programa de vigilancia en las cercanías de los aeropuertos.
La ACAR reclama la presencia de “policletos” (policías en bicicleta), que hasta hace dos años vigilaban en cinco kilómetros a la redonda del aeropuerto Juan Santamaría.
A nivel nacional
El vicepresidente de la Cámara Costarricense de Turismo, Efraín Roldán, cuestionó la lentitud de los procesos judiciales.
“Hace un año, capturaron una banda y, a los pocos días, los dejaron en libertad como si nada hubiese pasado. Los extranjeros nunca ponen denuncias, pues son trámites muy lentos y ellos se marchan rápido del país”, comentó Roldán.
Pero los problemas de inseguridad no se dan solo en los aeropuertos de Alajuela y Liberia, pues el Paseo Colón, en San José, las playas del Pacífico, Limón y algunos sitios de San Carlos también figuran entre los puntos vulnerables.
Francisco Vargas, presidente de la Cámara de Comercio de la Zona Norte, dijo que los sitios donde se presenta más este tipo de robos son la Laguna del Arenal y el sector de las cataratas en Sarapiquí. Los ladrones aprovechan la poca vigilancia para, en cuestión de segundos, llevarse las maletas y otras pertenencias de los turistas.
Pese a la vigilancia, también roban en los parqueos de varios hoteles de La Fortuna.
“No tengo información del robo de carros rentados, pero sí de ‘tachas’ y robo de pertenencias de los responsables de los carros”, añadió Vargas.
Datos de la Cámara de Turismo de la Zona Norte señalan que en los últimos tres meses se han presentado 23 denuncias por este tipo de robos.
Empresarios del sector turismo del país se reunirán, el jueves de la próxima semana, con las autoridades de Seguridad Pública para analizar el problema.
El modo de operar
El modo de operar de una supuesta banda colombiana se puede describir de dos modos:
– Estallan las llantas de los carros con clavos, o esperan que el vehículo esté estacionado para “apuñalar” el hule de la llanta.
Una vez que el turista se baja a arreglar la llanta, le ofrecen ayuda y terminan despojándolo de sus pertenencias.
La otra treta que utilizan es esperar a que el conductor haga un alto para apuntarlo con arma blanca o de fuego.
Lo amenazan y terminan sacándolo a la fuerza del carro. Le roban todo y, en el peor de los casos, se llevan también el vehículo. Hasta la fecha, se ha reportado el robo de nueve carros de alquiler.
Preocupación
Budget Rent a Car
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Al Día consultó ayer a varios encargados de los negocios de rent a car, y todos confirmaron la preocupación por el aumento en los robos.
Flora Sánchez, encargada de Budget Rent a Car, manifestó: “Les pinchan las llantas y, como son tubulares, empiezan a desinflarse dos kilómetros después. Los turistas piden ayuda y, en ese momento, los ladrones cometen sus fechorías”.
Rogelio Arroyo, representante de ventas de Dolar Rent a Car: “Les roban el equipaje y el pasaporte.
La Policía de Alajuela nos estaba ayudando hace dos años, pero últimamente no se ha visto mucho movimiento. En diciembre se dan entre tres y cinco asaltos por semana”.
Rogelio Arroyo, representante de ventas de Dolar Rent a Car
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Un empleado de un rent a car cercano, que solicitó el anonimato y no quiso identificar al negocio, manifestó:
“Al parecer, los asaltantes son colombianos. Éste es un problema de hace cinco años, pero se ha incrementado en los últimos dos años. Imagínese que gastamos ¢30 mil en la reparación de llantas y, en ocasiones, pasa eso hasta tres veces por semana”.
Jorge Arroyo, encargado de National Rent a Car, dijo que ofrecen el servicio de alquiler de carros dentro del aeropuerto Juan Santamaría. “Fue para mayor comodidad de los clientes, pero los asaltantes se fijan dónde están los puestos, los siguen y, en el primer alto, ponchan una llanta o los amenazan con puñales”.
La Laguna del Arenal y el sector de las cataratas en Sarapiquí son los lugares favoritos, en la Zona Norte, para robar a los visitantes que se trasladan en autos alquilados. Los ladrones aprovechan la poca vigilancia para llevarse todas las pertenencias de los turistas.
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