Domingo 21 de septiembre, 2003. San José, Costa Rica.

Oficina de Planes y Operaciones del OIJ, 16 de setiembre, 3:45 p.m. Los oficiales analizan cientos de denuncias para conocer el modo de operar y hasta el itinerario de peligrosas bandas que operan en el país.

La lucha se especializa

El OIJ pasó del “archivo mental” al análisis criminal y a la estadística.

Así la llamada Oficina de Planes y Operaciones (OPO) reune, procesa y analiza miles de denuncias hechas cada año a lo largo y ancho del país para, de esa manera, promover nuevas y más exitosas estrategias contra la delincuencia .

Esa dependencia judicial la integran veteranos investigadores apoyados con especialistas en estadística, sicólogos, sociólogos y expertos en análisis criminalístico.

Info: Mapa de violencia

Además:

  • La naturaleza cuenta
  • El oficial héroe
  • “Ahora podemos alertar a cualquier delegación del país acerca de la hora, los lugares y hasta el modo de operar de diversas organizaciones. Eso facilita el trabajo policial”, comenta el director del OIJ, Jorge Rojas.

    En esa oficina los agentes también establecen cuáles comunidades son las más afectadas por la delincuencia, lo que facilita planificar operativos en dichos lugares.


    La Fuerza Pública desarrolla un programa de atención a menores agredidos, física y psicológicamente.

    Por la niñez

    Unos 200 oficiales de la Fuerza Pública fueron capacitados sobre “Derechos y Responsabilidades de la Niñez y Adolescencia, un abordaje práctico”, como parte de un plan para atender profesionalmente los abusos contra menores.

    “La finalidad del proceso es mejorar la atención que la policía brinda a los niños, niñas y adolescentes agredidos ya sea física o sicológicamente”, comentó el ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos.

    Los policías son entrenados para brindar ayuda primaria a las víctimas, mientras llegan sicólogos.

    También pueden brindar charlas en las escuelas para advertir acerca del peligro que pueden enfrentar los niños, tanto en sus casas como en las calles.

    Dicha capacitación, que incluye “sensibilización de la realidad de la infancia maltratada” será llevada al mayor número de delegaciones policiales del país.


    El oficial héroe

    “Corran, tengo una granada y va a estallar...”, gritó el investigador del OIJ, Mauricio García, causando terror a decenas de personas que caminaban a pocos metros del Mercado Central de Heredia.

    El hecho ocurrió el 23 de diciembre del 2002 en el centro de Heredia.

    En una de sus manos, el agente sostenía una granada de fragmentación que poco antes había arrebatado al exguerillero nicaragüense y prófugo de la justicia, Derbin García Ríos. Dicho individuo se había fugado de La Reforma.

    Pese al peligro, el agente mantuvo la calma y esperó durante siete minutos hasta que la gente se alejó lo suficiente.

    Cuando sintió que ya no podía más, lanzó el artefacto a un lote baldío, salvando así su vida y la de muchas personas. Por su actuación, García fue premiado el año anterior con la “Estrella de Bronce” (una de las más altas distinciones que otorga el OIJ a sus oficiales) y ahora trabaja en la Sección de Homicidios en San José.


    La Unidad Ambiental Caribe, integrada por oficiales de la Fuerza Pública, impulsa un plan para la protección de tortugas marinas. Las de la foto fueron rescatadas a finales de agosto anterior en Puerto Limón. Humberto BALLESTERO para Al Día

    La naturaleza cuenta

    La prioridad es velar por la seguridad de la ciudadanía, pero la naturaleza también cuenta.

    Desde hace pocos meses, el Servicio Nacional de Guardacostas cuenta con una unidad especial para la protección del medio ambiente, lo que representa un hito en la historia del Ministerio de Seguridad Pública.

    Se trata de la Unidad Ambiental Caribe, creada para proteger los recursos naturales marinos y costeros del país.

    Sus miembros, además de policías, son biólogos comprometidos con el cuido de la naturaleza y han ejecutado diversos operativos, especialmente en la zona Atlántica.

    Realizan funciones preventivas, represivas y, además, efectúan estudios para determinar los daños causados al ambiente para la eventual fijación de penas y multas, explicó un vocero de Seguridad Pública. Por ejemplo, hasta agosto último habían detenido a unas 10 personas por vender carne y huevos de tortuga, acciones que son sancionadas con de dos a tres años de prisión.


     
     

     

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