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El clásico en 10 puntos
Antonio ALFARO/Al Día
Saprissa llega como no lo hacía desde hace mucho tiempo, con la ventaja en la tabla de posiciones.
Si en ocasiones anteriores se presentó obligado a la victoria, en esta puede jugar con la urgencia liguista y echar mano a la estrategia, si lo desea, con un plantamiento de menos riesgos.
La Liga llega con una desventaja de siete puntos con respecto a Saprissa, un margen muy amplio en tan solo seis fechas jugadas. Como si la diferencia no fuera suficiente obligación para salir en busca del triunfo, sin mucho especular, la condición de equipo casa termina de obligar a Alajuelense.
Saprissa, en cambio, saldría contenta con un empate y ni qué decir con un triunfo, aunque sea conseguido en un contraataque en medio del dominio rival. La tabla de posiciones le permite especular... Medford tiene la palabra.
Alajuelense suma tres victorias consecutivas, pero aún no tiene una prueba que le permita demostrar –y demostrarse– que por fin despegó, luego de un flojo inicio de temporada.
Le ganó de buena forma a Guanacasteca en el estadio Chorotega (1 a 3) y le llegó la hora de confirmar el reencuentro con su fútbol ante Cartaginés. La expulsión de los cinco brumosos, cuando el partido ponía en dificultades a la Liga, impidió medir el potencial alajuelense.
Vino luego la victoria en casa contra Pérez Zeledón (1 a 0), un partido en el que Oblitas y sus muchachos no lograron imponer su fútbol y más bien pasaron algunos apuros ante el aguerrido equipo generaleño.
El clásico será la prueba, como ha reconocido el mismo técnico. Luego de seis fechas –con tres victorias, un empate y una derrota– necesitan convencer.
Saborío se quedó con las ganas de convertirse en el máximo goleador de la temporada pasada. Con sus 27 tantos lo habría conseguido sin ninguna dificultad, de no ser porque Claudio Ciccia tuvo una campaña fuera de lo común, con 41 goles.
Saborío va esta temporada por el mismo camino o mejor, con ocho anotaciones en las primeras seis jornadas. Le encajó dos a Carmelita, dos a Santa Bárbara, uno a Liberia, otro a Santos, uno más a Guanacaste, otro frente a Cartaginés, sumando seis partidos consecutivos con gol. Su festejo no ha faltado en ninguno de los juegos del campeonato y espera mantener la racha en el clásico.
Chinchilla y Marín tendrán trabajo en el juego aéreo, aunque con Saborío se debe estar atento ante cualquier rebote. Los dos zagueros aseguran que no le darán espacios dentro del área.
Mientras Saprissa espera los goles de Saborío, la Liga puede extrañar la picardía y oportunismo del expulsado Erick Scott.
No se trata, sin embargo, de una una variante en la oncena rojinegra, pues Oblitas no lo alineó en los últimos tres compromisos. Scott era el titular indiscutible, pero faltó al juego en Guanacaste por estar concentrado con la selección Olímpica. Oblitas probó la dupla Fonseca-Bryce, quedó satisfecho con los resultados y decidió mantener la misma combinación contra Cartaginés y Pérez Zeledón, a costa de la banca para Scott.
Scott ha sido en las últimas dos campañas el mejor goleador de la Liga, con 13 tantos en la 2001-2002 y 20 en la 2002-2003, y su ausencia sin duda juega a favor de Saprissa, aunque la presencia de Bryce y Fonseca difícilmente tranquilice del todo a los morados.
Cada vez que Wílmer López no juega, surge la misma pregunta: ¿cuánto resentirá la Liga su ausencia? Al final, si el resultado desfavorece a los rojinegros, todos apuntan que López hizo mucha falta. Y puede que tengan la razón. Pero cuando la Liga sale avante sin él, nadie se acuerda de la figura ausente, como sucedió en la goleada de 4 a 1 que le dio la Liga a Saprissa en el último clásico jugado en el Morera Soto.
Wílmer no estuvo entonces y en su lugar salió Izaguirre. El argentino no terminó ni siquiera el primer tiempo, relevado por lesión al minuto 42, pero la Liga encontró los caminos para llevar la pelota al fondo de las redes y al final nadie hablaba de las bajas.
Wílmer sufrió una lesión en el último partido, un tirón en la pantorrilla de su pierna derecha y despertó la pregunta de siempre.
Miso no estuvo ni en banca durante las primeras fechas del campeonato, pero para sorpresa de muchos, Oblitas lo tiene entre los once titulares del clásico.
Su inclusión no era nada predecible, pues por delante del eslovaco parecían estar Erick Jiménez, Alejandro Alpízar y hasta Víctor Núñez, jugadores de mayor participación en lo que va de la temporada, sobre todo los dos primeros.
Miso tiene buenos recuerdos de los duelos contra Saprissa: le ha metido siete goles, en un clásico anotó por primera vez de tiro libre y la última que el cuadro morado estuvo en el Morera Soto, él contribuyó con un gol al 4 a 1. Está por verse si repite su alegría.
Es definidor, tiene muchas ganas de jugar, pero le falta ritmo. Liberado de cualquier lesión, al fin tiene la oportunidad de mostrarle a Oblitas su valía.
Saprissa llega como el equipo más goleador, con 17 goles en seis fechas, un promedio de casi tres anotaciones por juego (2,83), mientras la Liga tan solo suma nueve tantos.
Saprissa, por su parte, debe su goleo en gran medida a Álvaro Saborío y Alonso Solís, quienes han anotado juntos el 70,5 por ciento de los tantos morados; el primero con ocho goles y su compañero con cuatro, como los únicos saprissistas con más de un gol en la presente temporada. El restante 29,5 por ciento de los festejos llegaron gracias a un gol de Gerald Drummond, uno de Azofeifa, otro de Try Bennett y uno más de Santana.
Para hoy está por verse si Medford y los suyos mantienen el paso goleador, si Saborío y Solís logran mantener su cuota o si los demás saprissistas asumen el aporte en caso de que la Liga controle a sus dos artilleros.
La Liga no es el equipo más goleador, en ocasiones le cuesta llegar y la mayoría de veces definir, pero en contraparte luce bien en defensiva.
Aunque no lo parezca y en medio de su trabado arranque, los rojinegros son los menos batidos de la temporada, con tan solo cuatro tantos en seis jornadas (0,66 goles recibidos por juego).
Con Álvaro Mesén o Ricardo González en la portería tienen garantizado un portero de buen nivel, mientras Marín y Chinchilla se conocen al dedillo el libreto. Se trata en realidad de una labor de equipo, que inicia en el guardameta, pasa por la línea de cuatro defensas, los dos volantes de marca y hasta los delanteros que presionan la salida rival.
Nada mejor para un clásico: la defensa menos batida puesta a prueba por la delantera más goleadora, incluido el líder de goleo.
¿Despertará Fonseca? Rolando no ha tenido el mejor arranque de temporada, si bien su juego ha sido aceptable.
Fonseca recupera poco a poco su nivel, según él mismo advierte, mientras cuenta con toda la confianza de Oblitas. El técnico alajuelense lo ha mantenido en la alineación porque, según dice, “los jugadores de esa calidad en cualquier momento vuelven”.
Fonseca ya ha dado chispazos y hace dos fechas anotó un par de goles en Guanacaste, los primeros festejos suyos en esta campaña. Además, para nadie es un secreto que los clásicos le sientan bien. No por casualidad es junto con Evaristo Coronado el máximo artillero en la historia del duelo Saprissa-Alajuelense, con 15 anotaciones. Sin duda Saprissa no ha olvidado los tres goles de Fonseca en su última visita al Morera Soto. ¿Qué tendrá para hoy?
La Liga tiene la oportunidad de imponer hoy una nueva marca de clásicos sin conocer la derrota. La cuenta está en “doce”, la misma cantidad que logró entre las temporadas del 91 y el 92, imponiendo entonces un récord.
Saprissa quiere sacudirse hoy del dominio manudo, pero si no lo hace, la Liga elevará a trece la seguidilla de duelos sin permitir el triunfo de su máximo rival, una racha sin precedentes desde que se jugó el primer clásico en octubre de 1949.
Alajuelense se ha dado gusto con 9 victorias, 3 empates y ninguna derrota en los últimos doce clásicos. Sus jugadores quieren sumar el número trece, aunque en realidad no piensan tanto en la marca sino en acortar distancia. De la racha tan solo hablan como un factor de presión para el conjunto morado. “Eso pesa”, comenta Marín.
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