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Preocupación
Especialistas costarricenses consideran que el envejecimiento de la población causará problemas en los servicios de salud y el sistema de pensiones.
Foto Ilustrativa/Al Día
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Amenaza a salud y pensiones
Agencia AP. La población costarricense es cada vez más vieja y, según los expertos, en 10 años lo será aún más, generando una presión sobre los servicios de salud y el sistema de pensiones, según estimaciones demográficas.
El fenómeno quedó en evidencia cuando en el 2002 el país alcanzó la denominada tasa de fecundidad de reemplazo, o sea, cada mujer apenas deja una descendiente mujer que podría asegurar una nueva generación.
Costa Rica se convirtió así en la segunda nación latinoamericana en llegar a ese índice, detrás de Cuba, luego que la tasa de fecundidad se colocara ese año en 2,1 hijos por cada mujer.
“Esto es un signo de que nos acercamos a una crisis demográfica como la que afecta a los países europeos”, dijo Luis Rosero, director del Centro Centroamericano de Población (CCP).
A la menor cantidad de hijos se une la mayor expectativa de vida, que en Costa Rica es de 76 años para los hombres y de 81 años para las mujeres, de acuerdo con los datos del 2002.
Para Rosero, los problemas en el sistema estatal de salud llegarán “por ser esos servicios el consumo más importante para el adulto mayor. La demanda futura será enorme”, destacó.
Por su parte, Olman Ramírez, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, agregó que el gasto social aumentará, pues las enfermedades de los ancianos y los medicamentos para su tratamiento son cada vez más caros.
Mencionó que en la actualidad, el sistema de salud costarricense olvida eso y en los hospitales hay más pediatras que personal en gerontología.
Otra de las preocupaciones está en las pensiones, pues el número de cotizantes activos por pensionado ha disminuido.
El experto consideró que eso llevará al descalabro del sistema si no se toman medidas.
Los datos indican que mientras en 1980 los adultos mayores en el país sumaban unas 144 mil personas, al 2000 la cifra se duplicó a 297 mil y para el 2010 se esperan cerca de 440 mil ancianos.
Incluso, los pronósticos del envejecimiento señalan que al año 2050 predominará la llamada cuarta edad, que según Rosero es un fenómeno nuevo de “superenvejecimiento”.
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