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Participación
En los albergues del PANI, los menores ven películas de la época y asistirán a procesiones. Esta niña de la Aldea Arthur Gough, en Río Oro de Santa Ana, participará en diversas actividades durante estos días, según dijo el martes por la tarde.
José RIVERA/Al Día
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Niños comparten Marcelo VARGAS FERNÁNDEZ
marcelovargas@aldia.co.cr
Con una dulce mirada y tímida sonrisa, Clinian no puede ocultar la emoción que siente al desempeñar el papel de la Virgen María, en una obra religiosa que presentarán en su albergue el Viernes Santo.
Ella ha invertido muchas horas para aprenderse los diálogos y, de esa forma, presentar un “buen papel”, según dijo el martes en la Aldea Arthur Gough, en Río Oro de Santa Ana.
Clinian es una de los 80 menores que viven en las ocho villas de ese centro infantil a cargo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI). Ahí, 16 funcionarias llamadas “tías” están al cuidado de los niños.
Es una población muy heterogénea, de cero a 18 años, que va a la escuela o colegio. Generalmente son menores con dificultades familiares, manifestó Rosibel Salas, encargada del Área Recreativa de la Aldea.
“Somos una comunidad dentro de otra más grande, por ello participamos en las actividades, como un hogar normal”, añadió Salas.
En estos días santos, los menores del albergue van a confesiones, participan en las procesiones, comparten películas de la época y actúan en obras de teatro, que ellos mismos hacen. ApoyoPara Rosalía Gil, ministra de la Niñez y presidenta del PANI, la participación de los niños, en estas actividades, es muy importante para su formación.
“Debemos mantener estas costumbres, ya que algunos niños necesitan mucho apoyo”, comentó la Ministra.
Albergues del país vivirán de lleno la Semana Mayor. Ese es el caso de algunos centros infantiles de Heredia, donde llevarán a los infantes a las procesiones de San Joaquín de Flores.
En el 2003, 580 niños vivían en los albergues del PANI, 800 menores se reubicaron en sus respectivas familias y 600 fueron enviados a hogares familiares.
Un total de ¢1.500 millones transfirió el PANI en ese año a un centenar de Organizaciones No Gubernamentales, las que tuvieron a su cargo el cuidado y alimentación de cientos de niños.
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