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Voz del Defensor
Situación de indigencia José Manuel Echandi
Se designa como “indigentes” a quienes, por diferentes factores biológicos, psicológicos o sociales, carecen de las condiciones mínimas para garantizarse una alimentación, alojamiento e higiene personal dignos, debiendo vivir y pernoctar en la calle.
Sin embargo, algunos estudios han determinado que la mayoría de estas personas se halla en dicha situación a causa de una degenerativa adicción a drogas ilícitas y al alcohol. Y una minoría de los indigentes vive de esa manera, debido a condiciones de discapacidad física o mental, vejez o pobreza extrema.
El Estado costarricense ha dejado esta labor social en manos de organizaciones no gubernamentales. Esta situación preocupa a la Defensoría de los Habitantes, al punto de que hemos denunciado la falta de fondos públicos para el tratamiento y rehabilitación de las personas con problemas de indigencia y drogadicción.
A ello se suma otro problema que se está convirtiendo en un fenómeno muy grave. Y es que muchas de las personas en situación de indigencia que viven, deambulan, pernoctan y trabajan en la calle son víctimas de agresiones.
Este hecho es propiciado tanto por quienes se hallan en su misma situación, como por otras personas que las repudian, pues las estigmatizan al considerarlas peligrosas y estorbosas.
En relación con lo anterior, se han llevado a cabo diferentes gestiones interinstitucionales e intersectoriales, con el propósito de que se respeten los derechos de esta población. Al respecto, se participa como entidad fiscalizadora de la Comisión Mixta de Atención Integral del cantón de San José.
Ya se han elaborado programas de sensibilización para el personal de las diversas instituciones estatales, con el fin de que los servicios públicos lleguen a los indigentes.
Igualmente, se ha buscado el fortalecimiento de una red de organizaciones que atienden personas en situación de indigencia, con problemas de farmacodependencia y a las que realizan trabajos sexuales, estableciendo mecanismos eficaces y eficientes, y compartiendo recursos y experiencias.
Tengo la esperanza de que el Estado costarricense vuelva su mirada a la problemática de la indigencia, y apoye a la sociedad civil y a otras instancias sociales, a fin de que esta población tenga opciones para llevar una vida digna.
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