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Emoción
Gloria María Rocha abrazaba el lunes en la tarde a su hija María Isabel Andrade, tras ser trasladada hasta el noroccidental departamento de Chinandega, en un helicóptero del Ejército de Nicaragua. A la derecha, Yohana, de 3 años e hija de María.
La Prensa de Nicaragua para/Al Día
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Retorno de la oscuridad La Prensa de Nicaragua para Al Día
Managua - La joven nicaragüense María Isabel Andrade Rocha, de 17 años y quien durante un año sufrió todo tipo de vejaciones en un bar llamado “Mi Oficina”, en Guatemala, regresó el martes a su casa en Villa 15 de Julio, en el noroccidental departamento de Chinandega, junto a su pequeño Miguel, de 3 meses de nacido.
El retorno fue gracias al esfuerzo de repatriación efectuado por el gobierno de Nicaragua, luego de que la periodista Karen Santamaría reveló el drama que vivió la menor en ese país.
Junto a su familia, todo el pueblo la esperó en horas de la tarde del lunes en la cancha de béisbol de Villa 15 de Julio, a donde llegó a bordo de un helicóptero del Ejército de Nicaragua en compañía del ministro de Gobernación, Julio Vega Pasquier.
En ese mismo sitio pudo estrechar también a su hija de tres años, la pequeña Yohana, quien estaba en poder de su familia paterna.
Entre lágrimas, su madre Gloria María Rocha, de 42 años, al tiempo que la estrechaba entre sus brazos, le repetía “hijita, hijita”.
La muchacha entre sollozos le comentó lo que su madre había conocido a través de los medios de comunicación: “Me llevaron a Guatemala a prostituirme”.
Y casi de inmediato, entre el bullicio del pueblo reunido frente a la humilde casa, forrada de varas, plástico y techo de teja, la madre inició un interrogatorio.
“¿Quiénes fueron los que te llevaron a Somotillo?”, fue la primera pregunta.
“Yo venía para acá cuando me secuestraron”, respondió la joven. Y su madre insistió: “¿Quiénes eran los hombres? ¿No los conocés? ¿Qué te dijeron?”.
Pero estas preguntas quedaron sin respuestas. María Isabel comentó a la madre que los desconocidos “sólo me taparon la boca”.
Momentos antes, tras arribar al aeropuerto internacional Managua en un vuelo comercial de una compañía que donó el pasaje, la muchacha expresó: “Me tenían a la fuerza, me golpeaban y me obligaban a tener relaciones sexuales”.
Según relató, uno de los hombres que la secuestró el 13 de abril del año pasado, cuando regresaba de Somotillo a su casa, hasta donde había ido con una venta de frutas, tenía un tatuaje en la espalda con la forma de un diablo. NegligenciaEl ministro Vega anunció que se investigará para determinar si hubo negligencia en la repatriación de Andrade.
Extraoficialmente se conoce que autoridades del consulado nicaragüense en Guatemala conocieron el caso desde noviembre del 2003, pero fue hasta en marzo pasado que la información llegó al Ministerio de la Familia.
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