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El “manoseo” Ramón Luis MÉNDEZ
Recuerdo en mis primeras clases de arbitraje, que como casi todos los réferis fui graduado por don Juan Soto París, que éste nos hablaba sobre el “manoseo” a los jugadores,
Se refería específicamente a no tocar ni dejarse tocar.
En esa época eso se respetaba a cabalidad, el árbitro tenía un señorío que el jugador no se atrevía a tocarlo, ni mirarlo de mal modo.
Bueno, a algunos, porque siempre ha existido de todo. Pero eso crece más.
Observamos cómo algunos árbitros entran en contacto de roce con los jugadores. El caso más reciente nos lo demostró Freddy Zamora, cuando actuó como cuarto árbitro en el juego Saprissa - Sta. Bárbara.
El miércoles anterior salió abrazado en el primer periodo de dos jugadores de Sta. Bárbara. Perdón, la verdad es que él los llevaba abrazados.
Da la impresión que es para congraciarse, para que lo vean como muy buena gente, amable, conciliador.
Eso es un grave error. Sin aspavientos, tiranía, ni despotismo, el juez debe dar ejemplo de respeto a los jugadores y no abrazar ni dejarse abrazar.
Cuando uno expresa este tipo de comentarios, está expuesto a ser criticado y no se duró nada para ello.
Adrián Barboza, a quien aprecio bastante, en uno de sus comentarios radiales el domingo dio a entender que porqué no utilizaba mi tiempo en resaltar asuntos más importantes del arbitraje y no esas pequeñeces.
Pero no voy a esconder acciones malas de ningún árbitro cuando tenga que señalarlas. Mi objetividad la defiendo y seguiré con ella.
Sencillamente, para los que queremos y amamos el arbitraje, es una ofensa el “manoseo” de los jugadores.
No me extrañaría seguir observando cosas peores que esas. La verdad que esto va de mal en peor. Y nadie es capaz de frenarlo.
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