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Los asaltantes despojaron a los empleados de la Cadena Comercial Sancarleña de ¢2,4 millones, según la versión policial.
Foto ilustrativa/Al Día
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Desarticulan banda Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA, redactor y Allan JARA, Corresponsal
alvarosanchez@aldia.co.cr
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San Carlos detuvo el miércoles anterior a dos personas, a las que relaciona con el robo a un camión remesero de la Cadena Comercial Sancarleña, ocurrido el 19 de julio del año anterior en Castermar de Pital, San Carlos.
Según una fuente judicial, los dos sujetos, de apellidos Solano y Sanabria, serían parte de esa banda, a la cual también se relaciona con otro intento de robo contra la empresa Mendiola, de barrio Los Ángeles.
En esta oportunidad, cuatro sujetos intentaron asaltar a la empresa Mendiola, pero la resistencia del guarda y la muerte en el hecho de uno de los asaltantes, frustó la fechoría. Los sujetos huyeron y abandonaron el vehículo, que los transportaba cerca del Colegio Técnico Agroindustrial de San Carlos (COTAI).
Anteriormente, y tras cinco meses de investigaciones, el OIJ detuvo a la única mujer del grupo, de apellido Esquivel. Forma de actuarElla fue identificada mediante un retrato hablado, que se confeccionó con la versión de testigos.
Para la policía, esta banda, que emplea la violencia, tiene más miembros en otras partes del país.
En el caso del robo al camión remesero, la policía cree haber determinado como actuaron los delincuentes.
Al parecer, los conductores del camión retornaban de Boca Tapada rumbo a Ciudad Quesada, cuando observaron un vehículo gris atravesado en la carretera. El auto tenía la tapa del motor y las puertas abiertas. Quienes iban en el camión aseguran haber visto a una joven con licra y “miniseta”, junto a otro individuo. Ambos parecían revisar el motor.
Al detener el camión, el conductor fue sorprendido por otro sujeto, que le colocó un revólver en la cabeza.
Al pasajero le apuntó otro de los delincuentes.
Tras despojarlos del dinero, ¢1,4 millones en efectivo y ¢1 millón en cheques, los cinco asaltantes los amarraron y metieron en el cajón del carro, mientras uno de los individuos lo conducía.
Cerca de Pital, los trabajadores lograron quitarse las amarras y huir.
El vehículo fue localizado al día siguiente, cerca de la catarata de El Ángel, entre San Miguel de Sarapiquí y Varablanca, Heredia.
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