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La finca La Sapera, en Upala, es centro de polémica, ya que, según algunas personas, daña el ambiente en una zona de humedales, cercana al Refugio de Vida Silvestre Caño Negro.
Foto ilustrativa/Al Día
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Polémica por finca Vivian MEDINA, Corresponsal
Upala.- Una finca de 4.300 hectáreas es centro de una polémica.
El sacerdote Noé Chacón y el abogado Manuel Chacón denunciaron ante representantes del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), los daños causados por un costarricense, de apellido Quesada, que supuestamente se apropió del terreno.
La finca, conocida como “La Sapera”, está ubicada en San Isidro de Yolillal de Upala.
El presbítero de la parroquia de La Fortuna expresa tener pruebas escritas -certificados del registro de la propiedad- donde no aparece ninguna finca a nombre de Quesada o de alguna sociedad en la que él participe.
Según Chacón, el terreno, ahora utilizado para el engorde de 750 novillos, pertenece al Estado e incluye el mojón 13 (2,5 kilómetros de frontera), así como humedales que limitan directamente con el Refugio de Vida Silvestre Caño Negro.
“En mi condición de presbítero, yo creo que no puedo callar y debo denunciar que en la zona del Refugio de Vida Silvestre Caño Negro, hay 6 mil manzanas de terreno del Estado y no pueden manejarse ni inscribirse por una persona en particular”, añadió.
La finca en cuestión es reconocida como zona de humedales, donde llegan grandes cantidades de aves, lo que demuestra la importancia de la zona.
“La tierra tiene una función y no puedo concebir que alguien se apodere y atente contra la estabilidad del país”, dijo el sacerdote, quien denunció las quemas y otras irregularidades perpetradas en una zona con humedales.
Por su parte, el abogado Chacón indicó que hay denuncias, desde el 17 de marzo del 2003, por la quema de humedales, el dragado de 6 kilómetros a la orilla del río Zapote y la construcción de un muro, para secar el terreno y sembrar pasto destinado a mantener el ganado.
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