Lunes 26 de abril, 2004. San José, Costa Rica.


Nueva revista deportiva


 

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Rafael Rojas se convierte en un jefe revolucionario -Amadeo Corona- en “Amor real”. Es un aliado del protagonista Fernando Colunga (Manuel).
Cortesía Televisa/Al Día

Rafa resurge

Actor tico regresa a la pantalla en dos telenovelas. Sus problemas económicos empiezan a quedar en el pasado

Gabriela SOLANO

Después de una temporada ausente de la televisión, el actor costarricense Rafael Rojas regresa a ella mediante dos importantes telenovelas producidas por la empresa mexicana Televisa: “Amor real” y “Mariana de la noche”. Ambas se transmiten en Costa Rica por los canales 4 y 11, respectivamente.

En ellas, el tico interpreta personajes diferentes. En la primera es Amadeo Corona, el héroe que busca salvar al pueblo durante la revolución mexicana, y en la otra es Gerardo, un enamorado ingeniero que no logra ablandar el corazón de su amada.

Para Rafa no fue sencillo retomar su carrera en televisión, ya que para lograrlo debió superar varios obstáculos, incluso algunos económicos, según le explicó a Al Día telefónicamente desde México, el miércoles antepasado.

Ahora, sin embargo, el panorama es otro. El nacional actualmente se encuentra filmando la serie “El tarot” para el canal HBO Latinoamérica y en junio comenzaría en otro “culebrón” azteca.

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Gerardo (Rafa Rojas) lucha en contra de Atilio Montenegro (César Évora, al centro) en “Mariana de la noche”. A la izquierda está Sergio Acosta, otro protagonista.
Cortesía Televisa/Al Día
De nuevo protagonista

¿En qué producción trabaja en este momento?

–Estoy en una serie producida por HBO Latinoamérica que se llama “El tarot”. Son 22 capítulos, se filma en México y yo hago el personaje del diablo. La historia de cada capítulo es distinta porque se basa en las diferentes cartas del tarot y todas se ubican en la época actual. Aún no me han dicho cuándo se transmitirá la serie, pero me gusta mucho la calidad con la que está quedando la producción.

–¿Hay planes para realizar otra telenovela?

–Sí. Entraría a otra producción que se iniciaría en junio, aún no me han dado los detalles, pero en pocos días sabremos el nombre y el personaje que interpretaría.

–¿Cómo se sintió como parte del elenco de la telenovela “Mariana de la noche”?

–Muy bien. En “Mariana...” hice una actuación especial, era el ingeniero Gerardo, quien estaba al mando de la mina de los Montenegro. Al principio, el personaje era para 80 capítulos pero luego subió a 100. Es una telenovela de mucho éxito que ha roto récords de audiencia, solo que era agotador porque cuando inicié con ésta aún grababa la novela “Amor real”.

“Mariana...” utiliza bastantes locaciones en exteriores. ¿Qué tan diferente es grabar en ellas a los tradicionales foros?

–Fue difícil. De hecho, por eso no pude asistir al “Juego de las estrellas” que se hizo en Costa Rica el año pasado (setiembre). Los primeros capítulos los grabamos en dos minas abandonadas, una tenía seis años sin actividad y la otra 30 y, por ejemplo, Angélica Rivera (Marcia) sufrió de claustrofobia en las grabaciones. El barro nos llegaba casi a la cintura y tuvimos que filmar como 40 capítulos en esos lugares. Yo mismo sentí claustrofobia, pero ya estando metido en el personaje se me olvidaba.

–¿Cómo lo enriqueció como actor?

–Mucho. Fue una bonita experiencia porque se filmó en la ciudad de Tasco y ahí se nos explicó sobre el proceso de la minería. Este personaje fue muy diferente al de Amadeo Corona (“Amor real”). Gerardo es un antihéroe, el destino no lo favorece en nada y todo le sale mal.

–En “Amor real”, su personaje de Amadeo Corona adquiere gran importancia. ¿Fue pensado para usted?

–En realidad Carla Estrada (productora) me buscó para interpretar otro personaje, pero cuando me reporté con ella ya lo había asignado. En ese momento me habló de Corona, no sabía la dimensión que tendría pero acepté; me hicieron las pruebas de imagen y a Carla le gustó el “look”. Al principio, aparezco en una sola escena pero Carla hizo que se hablara mucho de mí hasta que llegara el momento en el que aparecí. En la segunda parte de la novela, tuve 60 capítulos aunque originalmente solo estaría en 10.

–¿Qué esfuerzo adicional tuvo que hacer para cumplir con esta telenovela también?

–Fue difícil debido a la situación económica que atravesaba en ese momento. Mi familia y yo nos vinimos a vivir a Cuernavaca por salud mental y las grabaciones eran en el Distrito Federal, eso me obligaba a viajar todos los días un trayecto que es similar al que se hace de San José a Puntarenas. Pero tenía que hacerlo en moto porque mis carros estaban en el taller y no tenía dinero para sacarlos, ya que permanecí mucho tiempo fuera de la televisión y no percibía ingresos.

Lo bueno es que me gusta mucho manejarla, solo que a veces los llamados eran a las 3 a.m. y era cansado emprender el viaje. Pese a esta situación, me siento satisfecho porque al público le gustó el personaje, la novela tiene gran éxito y Carla (Estrada) me apoyó mucho. Amadeo Corona es un personaje que está inspirado en los caudillos que tuvo México y eso le da un importante valor.

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