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Los casos por abusos deshonestos y violaciones, en su mayoría en perjuicio de menores de edad, son los delitos más frecuentes que ingresan a los Tribunales de San Carlos para su resolución. Foto con fines ilustrativos.
José RIVERA/Al Día
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Delitos sexuales abarrotan tribunales Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
alvarosanchez@aldia.co.cr
Colaboró Vivian MEDINA, corresponsal
Ciudad Quesada.- Los abusos deshonestos y las violaciones ocupan el primer lugar de atención en el II Circuito Judicial de Alajuela, San Carlos. Esto provoca alarma en las autoridades e instituciones encargadas de atender a las víctimas.
Henry Esquivel, fiscal de Ciudad Quesada, confirmó que el 50 por ciento de las denuncias que atienden, así como el mismo porcentaje de juicios que se llevan a cabo en esas oficinas judiciales, corresponden a delitos sexuales.
Indicó que este tipo de denuncia ocupa el primer lugar en la Región Huetar Norte, según se desprende de las estadísticas de los Tribunales de San Carlos.
Solo como ejemplo, para agosto, se tienen programados 20 juicios, de los cuales, en 10 se juzgarán a una o varias personas por violación, violación agravada, intento de violación o abuso deshonesto.
El dato que más llama la atención es que de esos 10 casos, en siete, los denunciantes son menores de edad y quienes están acusados son personas cercanas a la supuesta víctima.
Datos tomados de la página en Internet del Poder Judicial indican que durante el primer semestre del 2004 se realizaron 115 juicios orales en San Carlos, de los cuales 80 se referían a delitos sexuales.
Ayer no fue posible conocer la cantidad de denuncias ingresadas a la Fiscalía de Ciudad Quesada por ese tipo delitos.
Esquivel indicó que estas estadísticas no son una casualidad, pues en el resto de los meses el comportamiento es similar o en porcentajes mayores.
Para Esquivel, la mayoría de estos delitos son cometidos en perjuicio de menores de edad y por parte de familiares o personas muy allegadas a la familia.
La mayor parte de esos casos se presentan en el hogar o en viajes familiares. AlarmanteUn informe del PANI indica que durante el 2003 se atendieron 704 casos de menores abusados sexualmente en los cantones de la Zona Norte, los cuales fueron denunciados ante los Tribunales de Justicia.
Este dato solo es superado por la región Brunca (Zona Sur), pues se contabilizaron 779 casos.
En la región Chorotega (Guanacaste) fueron 563 y 622 en la Pacífico Central (Puntarenas).
Las comunidades de la Zona Norte donde se presentan más casos de abuso son San Carlos, Sarapiquí y San Ramón.
En oportunidades anteriores, la directora regional del PANI, Mariamalia Chávez, reconoció la existencia de gran cantidad de casos de abusos y delitos sexuales contra menores de edad y el aumento que se da año a año.
Ayer se intentó conversar con ella pero en su oficina indicaron que se encuentra en San José y volverá hasta mañana.
En la oficina del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indicaron que, al menos, el 60 por ciento de las denuncias recibidas corresponden a casos de abusos o violaciones en perjuicio de personas mayores y menores de edad.
Estar atentos
Los expertos recomiendan a los padres estar atentos a la conducta de sus hijos para evitar que sean víctimas de un delito sexual.
Jenny Salas, abogada de la oficina de regional del PANI, en Ciudad Quesada, explicó días atrás, que esa entidad actúa en el caso de que el abuso sea cometido por un familiar de la víctima o que los encargados del menor pretendan evitar que la víctima comente la situación.
“Con Casa Alianza hemos coordinado mucho material sobre abuso y explotación sexual. Incluso, nos han ayudado a localizar y denunciar”, agregó Salas.
Para la funcionaria, uno de los consejos más importantes para detectar que un niño es víctima de abusos e intimidaciones, es crear un ambiente de confianza y conversar seguido con él.
“A nivel público un caso muy sencillo puede parecer inofensivo, pero podría ser el que mayor nivel de problemas cause al menor. Por eso todos son importantes y graves”, advirtió Salas.
Estar atentos al cambio de comportamientos emocionales o físicos, timidez, temor, que se vuelva muy callado o no le guste compartir con mayores de edad, son algunos de los síntomas que presentan niños que podrían ser víctimas de abuso.
Una situación similar se presenta con adolescentes o jóvenes, con quienes la clave, dicen los expertos, es tener una comunicación constante.
Casos más sonados
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El exjuez Kenneth Salas Salazar, condenado a 28 años por abusos sexuales contra cuatro menores de edad en Ciudad Quesada, cumple su condena en la Unidad de Admisión de La Marina, en San Carlos. La condena le fue impuesta el 24 de octubre del 2002 y ratificada por la Sala III.
Foto Ilustrativa/Al Día
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El sacerdote Enrique Vásquez Vargas, de 47 años, es buscado desde el 4 de diciembre de 1998, tras ser acusado de supuestos abusos deshonestos en contra de un menor vecino de Santa Rosa de Pocosol. Se presume que se esconde en Honduras y Nicaragua.
Foto Ilustrativa/Al Día
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El sacerdote Francisco Calvo Bolaños, de 41 años, fue condenado el 31 de mayo del 2002 a cuatro años de cárcel por el delito de abuso sexual. El caso se produjo en octubre del 2000, cuando un menor asistió a una consejería espiritual con el padre en la casa cural del barrio San Martín de Ciudad Quesada.
Foto Ilustrativa/Al Día
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Un médico de apellido Ávila fue condenado, en diciembre, a tres años de cárcel por abusar de un paciente en plena sala de emergencias del hospital de San Carlos, según consta en la sentencia número 261-2003. Al profesional se le concedió la libertad condicional a cambio de un período de prueba de cinco años.
Foto Ilustrativa/Al Día
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Esta es la sentencia judicial donde se condenó al padastro del joven identificado como Mauricio, de 19 años, por abusar sexualmente de él.
José RIVERA/Al Día
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Secuelas imborrables Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
alvarosanchez@aldia.co.cr
Ciudad Quesada.- A sus 19 años, él mismo, asegura que no vive a gusto, no vive tranquilo, ya nada es igual.
Su historia inició desde que era muy pequeño. Tenía 7 años y vivía con su madre, en Upala, cuando en su vida apareció una persona que, afirma, le hizo mucho daño.
Se trata de un joven, que hoy trabaja como soldador en un taller de Ciudad Quesada, y fue abusado sexualmente por su padrastro durante tres años, según la sentencia judicial de la cual él guarda una copia.
Prefiere no ser identificado ni fotografiado.
“Usted no sabe la congoja que es saber que la gente lo ve a uno, la gente conocida, como el muchachito del cual abusaron. Ese peso lo llevaré toda mi vida a pesar de la ayuda psicológica y de todos los tratamientos que pueda llevar.
“Trato de olvidarme de eso y seguir adelante”, relató el muchacho que, además, estudia en el INA, en Ciudad Quesada.
El joven accedió a hablar con El Norte/Al Día, con el fin de dar un consejo a los padres de familia para que atiendan a sus hijos en el momento en que sospechen de que algo no está bien.
“ Los que tienen hijo deberían ser más comunicativos, hablar con ellos y preguntar qué pasa cuando los vean distraídos o temerosos de alguna situación.
“No culpo a mi madre, nadie podía imaginarse algo así, pero pienso que hay formas de evitarlo y prevenirlo”, añadió el muchacho.
Asegura que trata de rehacer su vida, incluso, ya se casó pero “es muy doloroso, difícil de olvidar. Es difícil recordar que tuve que contar lo que pasé ante varios jueces y otras personas pero valió la pena y hoy él está pagando por lo que hizo”.
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Este joven de apellido Alvarado decidió denunciar al cura que supuestamente lo abusó, pues asegura que los hechos deben investigarse para evitar que otros jóvenes pasen por lo mismo.
Foto Ilustrativa/Al Día
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“Lo vi como un padre”
Joven fue supuestamente abusado por sacerdote Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
alvarosanchez@aldia.co.cr
Ciudad Quesada.- “Comencé a ver en él un padre. Me daba el cariño que me hacía falta por los problemas que yo tenía con mi madre y en la escuela, incluso, yo estuve en la Ciudad de los Niños, en Cartago, porque ya no me soportaban en mi casa.
“Yo veía en el cura el padre que no tuve. Fue un golpe muy grande lo que pasó. Con él iba a todo lado ...”
Así inició su relato este joven, de apellido Alvarado, quien asegura fue víctima de un intento de violación por parte de un sacerdote allegado a su familia.
Relata que el cura se involucró mucho con su familia, al punto, que la confianza que le dio su madre era total.
“Frecuentemente mi hermano y yo salíamos con él, pues él le pedía permiso a mi mamá. En ocasiones, él compraba cosas para la casa y de esa manera se ganaba a mi madre”, agregó.
Asegura que fue víctima de abusos a eso de los 15 años, hoy tiene 24, mientras él se quedaba a dormir en la Casa Cural de Santa Rosa de Pocosol y en un viaje que hicieron a la playa.
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