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Dolor La primera dama de Honduras, la española Aguas Ocaña de Maduro (centro) consolaba ayer a una madre de uno de los niños fallecidos el pasado lunes en el poblado de Santa Cruz de Marcovia, 140 kilómetros al sur de la capital hondureña. EFE/Al Día
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Honduras llora tragedia infantil
Murieron 12 niños
Tegucigalpa/AP. El gobierno abrió una investigación para determinar la culpabilidad de una empresa azucarera que provocó un incendio para limpiar un cañaveral en la región sur de Honduras, donde murieron 15 personas que cazaban animales silvestres que huían de las llamas.
“Nuestros agentes están en la zona de la tragedia y allí permanecerán hasta obtener resultados concretos”, dijo la fiscal especial de Protección de la Niñez, Nora Urbina. “Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en este asunto”, advirtió.
La tragedia ocurrió la noche del lunes en Santa Cruz, a unos 170 kilómetros al sur de Tegucigalpa. Allí opera desde 1959 la Azucarera Choluteca.
Urbina declaró que “la investigación no durará mucho tiempo a fin de llevar rápidamente a los culpables ante los tribunales, que determinarán el delito en que incurrieron”.
“Se analiza el proceso que usa la Azucarera Choluteca para cortar la caña, que aparentemente crea muchos problemas a las comunidades cercanas”, agregó.
En Honduras, los ingenios usan el fuego para eliminar víboras que se ocultan en las cañeras y atemorizan a sus empleados que se resisten a cortar la maleza con machete.
El gerente general de la firma, Braulio Cruz, anunció que “lo sucedido nos obligará a mejorar el proceso del corte de la caña”.
Los empleados de la azucarera iniciaron el fuego para limpiar unas 16 hectáreas cultivadas de caña en las cercanías de Santa Cruz.
En otro terreno aledaño, un grupo de 16 campesinos aguardaba la estampida de los animales para agarrarlos y llevarlos a sus casas para comerlos junto a sus familias.
El viento propagó rápidamente el fuego, impidió salir a los cazadores y los atrapó en medio de la parcela.
Los empleados de la empresa no se percataron de la presencia del grupo hasta que escucharon sus gritos y llegaron sus familiares a buscarlos.
Eran 12 niños, en edades de 5 a 17 años, y cuatro hombres, de 19 a 29 años.
El único sobreviene es José Jeremías Romero, de 29 años, que está en el Hospital Escuela de Tegucigalpa. “Su estado es crítico”, explicó el vocero de la institución, Alejandro Machado.
En la época de zafra, los lugareños pobres de las cercanías de los ingenios participan de la caza los conejos y otros animales silvestres que salen de la maleza por los incendios que anualmente realizan los ingenios para limpiar las parcelas cultivadas.
Santa Cruz es una aldea de más 1.500 habitantes pobres que, en su mayoría, son trabajadores de la Azucarera Choluteca.
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