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Todos ayudan Ante la cantidad de desechos que tiene, la comunidad le pide ayuda a los locales y a los extranjeros. Sara CHIAPPONI, para /Al Día
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Basura inunda Tortuguero
Peligran especies, como el manatí Alejandra MADRIGAL Á alemadrigal@aldia.co.cr
Desde hace más de ocho meses, el Parque Nacional Tortuguero es conocido no solo por su belleza escénica, sino también por la basura acumulada.
Los mayores problemas se dan en el centro del pueblo.
El parque es visitado a diario por un promedio de 400 turistas nacionales y extranjeros, según reportes de los hoteles del lugar.
La basura no solo genera malos olores e incomodidad, además está poniendo en peligro el desove de tortugas y la presencia del manatí, una especie acuática en peligro de extinción.
Al Día conversó con varios vecinos que afirmaron, el viernes en la tarde, que desde la semana pasada el problema se agravó.
La Municipalidad de Guápiles entregó 500 bolsas para basura y dos estañones de gasolina para sacar los desechos.
Al pueblo solo se puede entrar y salir en lancha, por lo que el traslado de la basura requiere tiempo de los vecinos y combustible.
Al Día intentó conversar con el alcalde de Guápiles, Manuel Hernández, pero no fue posible encontrarlo.
Sara Chiapponi, vecina de Tortuguero, explicó que hace cuatro años se abrió una planta de reciclaje, en el centro del pueblo, para tratar los desechos, pero los trabajos nunca se concretaron por falta de recursos económicos.
“Luego, una asociación de mujeres se encargó de recoger fondos, y mantener el lugar funcionando, pero tuvieron que cerrar”, precisó Chiapponi. En montonesAl eliminar la recolección y clasificación de desechos, los vecinos empezaron a dejar su basura en la plaza de fútbol y ahora se traslada al centro de reciclaje, que nunca operó.
El lugar tiene 30 metros por 30 metros y ya no da abasto para la cantidad de desechos.
Este fin de semana, los pobladores sacaron algo de basura, sin embargo, tienen tanta que la gasolina y las bolsas no les alcanzan para deshacerse de ella.
“Lo más triste de todo es que hay tanta que la corriente del río se lleva las bolsas, poniendo en peligro nuestra salud y la de muchas especies”, explicó la vecina.
Algunas bolsas llegan hasta el mar y vuelven a caer a la playa, donde desovan las tortugas verdes.
En el sitio también se enfrentan a una plaga de ratas, cucarachas, y hormigas, afirmaron algunos vecinos.
La única ayuda que reciben proviene de los hoteles, dijeron.
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