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Sin suerte El manudo Josimar Arias, quien ayer convitió un autogol, tuvo la marca fuerte del carmelo Jhon Paul Daniels. Al final Alajuelense venció a Carmelita 3-1. Manuel VEGA/Al Día
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Su obligación es el triunfo
La Liga juega se esfuerza como si estuviera en la disputa de las semifinales Antonio ALFARO
Por más resistencia de Carmelita, por más que las posibilidades de desplazar a Herediano del primer lugar sean mínimas, la Liga juega a ganar y lo hace bien.
Confirma tener a gran parte de su plantel -y no solo once jugadores- en un nivel de aceptable hacia arriba... ¿Qué más puede querer un técnico cuando se tienen encima las semifinales del torneo?
Difícilmente logren su objetivo -seamos claros: la Liga quiere terminar como líder de grupo- pero el nivel de las últimas fechas también motivan a los rojinegros para un cierre en el que podría toparse con un equipo corajudo como Pérez Zeledón o un Saprissa, que pese a no mostrarse en el mejor nivel, sigue siendo Saprissa.
Orgullo herido
Nadie dice que fuera fácil para la Liga. Los carmelos no estaban dispuestos a permitir que los humillarán de nuevo - como lo hizo Alajuelense el miércoles con el 5-0 - y se plantaron con orgullo, táctica y más.
A media semana también habían ofrecido buena resistencia, pero una vez caído el primer gol, en el minuto 35, los rojinegros hicieron fiesta en el Carlos Alvarado. Ironías del fútbol: ayer en el Morera Soto aguantaron más, quizás animados por la apertura del marcador (con autogol de Josimar en el minuto 13), tal vez con esa fuerza adicional que siempre otorga el orgullo herido. Esta vez el empate alcanzó hasta el minuto 70. Y dignamente.
ReencuentroAlgunos le silbaron en sus primeros toques de balón, otros quitaron ¡jale, jale!, pero la mayoría respetó su presencia, por primera vez en el Morera Soto enfundado en otra camiseta que no fuera la rojinegra. Hablamos de Miso, esta vez de titular, con rendimiento aceptable, incluida una jugada -con quiebre a Marín y pase hacia atrás ante el achique de Ricardo González- que debió terminar en gol -de no ser por el impreciso remate de Roberto Segura-.
Luego fue el propio Miso quien probó puntería, pero el balón terminó en las manos de aquellos que ayer lo ensalsaban. Ayer no jugó, aunque sin duda hubiera deseado la fortuna de Bryant Ruiz, el joven que con dos goles al cierre del juego le dio el triunfo a la Liga y se colocó como líder de goleo de la temporada, ese papel que un día fue de Miso.
Bryan goleador Ileana SANDÍ isandi@aldia.co.cr
Él no esperaba ser líder de goleo, según confiesa, pero lo asume con alegría y sin creérselo mucho. Ayer alcanzó al saprissista Álvaro Saborío y lo pasó.
“No lo esperaba, pero es gracias al trabajo de cada día. Yo me esfuerzo al máximo cuando estoy en el cancha”, asegura el atacante, con diez tantos en la presente campaña, aunque advierte que le importa más el título que el goleo.
Ayer se adueñó de un balón suelto en el área y le dio la ventaja a la Liga (2-1) en el minuto 70; luego dominó una pelota fuera del área, se la acomodó, tratando esquivar a un zaguero y remató rastrero para asegurar el triunfo manudo en el minuto 86 (3-1). “Las cosas se me están dando”.
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