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TRISTE FINAL
Este era Augusto Carazo Matarrita, reconocido folclorista guanacasteco. La vista sobre su asesinato será mañana a partir de las 1:30 p.m.
Julio PEÑA/Al Día
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Refuerzan seguridad
Vista por crimen de folclorista santacruceño Julio PEÑA, corresponsal
Rodolfo MARTÍN
rmartin@aldia.co.cr
Santa Cruz, Guanacaste. Las autoridades judiciales extreman las medidas de seguridad ante la vista oral y privada que tendrá lugar mañana contra una banda, integrada por cinco sujetos, sospechosa del homicidio del folclorista guanacasteco, Augusto Carazo Matarrita.
El crimen ocurrió el 28 de abril en el barrio San Martín, en Nicoya.
Los sospechosos enfrentan seis meses de prisión preventiva en el centro institucional La Calle Real, en Liberia, confirmó el departamento de Información y Relaciones Públicas de la Corte Suprema de Justicia.
La medida cautelar se extiende hasta el 6 de mayo del 2005, y fue dictada por el Juzgado Penal de Nicoya.
Como sospechosos del sesinato figuran cinco individuos, de apellidos Fernández Briceño, Segura Brenes, Arguedas Arguedas, Gómez Mendoza y Mendoza Mendoza, todos vecinos del mismo barrio donde vivía Carazo.
A él, de 64 años, lo encontraron muerto en una cama de su casa. Estaba atado de pies y manos y presentaba una profunda herida de arma blanca en el pecho.
El móvil del asesinato fue el robo; de la vivienda de Carazo se llevaron varios electrodomésticos que luego fueron a vender a algunas cantinas del lugar.
Inicialmente, la vista donde se decidirá el futuro inmediato de los sospechosos estaba programada para celebrarse en Nicoya.
Sin embargo, la pequeña sala de juicios no reúne las condiciones de seguridad requeridas, tomando en cuenta que además de los cinco “imputados” también participaran los cuatro defensores públicos, los custodios, fiscales y jueces.
Por eso se decidió aprovechar las instalaciones de los tribunales de Justicia en Santa Cruz, que brindan la seguridad necesaria para quienes tomaran parte en la vista.
Al cabo de siete meses de ocurridos los hechos, el homicidio de Carazo Matarrita, a quien sus amigos más cercanos llamaban “el indio morruco”, aún causa una mezcla de consternación e indignación entre los nicoyanos quienes no se explican la forma tan violenta en que fue asesinado.
Pensionado del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Carazo acostumbraba participar en el rescate y promoción de la cultura religiosa local. Quienes lo conocían afirmaron que era amante de la poesía y de la historia, en lo que sobresalía por sus dotes de narrador
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