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Sin Navidad
El fuego arrasó con todo. 200 personas tendrán una difícil Navidad este año. Muchos tenían en sus mesas los tradicionales tamales que, entre muchas otras cosas, fueron arrasados por las llamas. Ayer, a las 10:30 a.m., muchos de los afectados intentaban rescatar algo de entre las cenizas.
Alexánder OTÁROLA/Al Día
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"Fuego... fuego, salgan"
200 personas se quedaron sin nada en Pavas Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA
alvarosanchez@aldia.co.cr
Edwin Matarrita, de 7 años, alistó un pequeño maletín con unos tacos, las espinilleras y el uniforme de Saprissa con el que jugaría en la plaza de Lomas del Río, en Pavas.
Su papá, Eliécer, le prometió llevarlo para que estrenara esos artículos deportivos que por ganar el año le había regalado el jueves anterior.
Eran las 6:15 p.m. de un sábado alegre e ilusión que se convirtió en amargura.
El pequeño maletín estaba encima de la cama de Kevin cuando escuchó: "Fuego ... fuego, salgan. Todo se está quemando".
El ardiente calor del incendio era la muestra de una noche infernal para 200 personas que perdieron todo lo que tenían -la gran mayoría- en cuestión de 10 minutos en el caserío Bribri, de Lomas del Río, en Pavas.
50 ranchos de lata, zinc y madera fueron fácil presa del fuego.
Kevin tampoco pudo salvar sus tacos o el uniforme. Ayer, los buscó entre las cenizas, mientras su padre sacaba los escombros de lo que fue su casa.
Lo perdieron todo: la cocina, la refrigeradora, el televisor, las camas, la ropa. No quedó nada más que la ropa que tenían puesta.
"Todo fue muy rápido. Empezaron a gritar fuego y lo primero que hice fue poner a mi familia a salvo, después intenté salvar algunas pertenencias, pero fue muy difícil. Esperamos en Dios que podamos salir de ésta, pero le doy gracias de que toda mi familia y que todas las personas afectadas están bien", dijo don Eliécer, mientras con una pala revolvía la ceniza y la cargaba en un carretillo.
La mayoría de las familias perdieron la ropa y las camas. Algunas, muy pocas, lograron sacar a tiempo y arriesgando sus vidas muebles, televisores y electrodomésticos que acababan de adquirir para Navidad. Una cocina de leñaSegún la versión preliminar de los bomberos, el incendio habría sido causado en uno de los ranchos donde estaban utilizando una cocina de leña.
La falta de agua para detener las llamas, el material con que estaban construidos los ranchos y el hecho de que estaban muy pegados permitieron que el fuego se extendiera rápidamente, explicaron los expertos.
Asimismo, las deficientes instalaciones eléctricas pudieron provocar cortos circuitos y otros pequeños incendios que se unieron al principal.
Las personas afectadas pasarán los próximos días en el salón comunal de Lomas del Río, hasta que no encuentren materiales y ayuda para levantar de nuevo sus viviendas.
"Esperamos que el gobierno nos ayude de alguna manera, aunque sea con crédito, pues muchos nos quedamos solo con lo que tenemos puesto", dijo ayer Maribel Trujillo, otra de las afectadas.
El 26 de octubre del 2003, 375 personas -la mayoría nicaragüenses- también perdieron todo en el precario Villa Libertad, en Pavas.
En total se quemaron 45 ranchos de zinc y madera.
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Frustración
Kevin Piedra no pudo más al ver que nada quedó de su casa y tuvo que llorar junto a su padre Juan, quien con sus manos, ayer, revolvió las cenizas para intentar recuperar algo más.
Alexánder OTÁROLA/Al Día
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"En 10 minutos perdí todo"
Las lágrimas ya no podían esperar. La desesperación de la noche por ponerse a salvo no los dejó ver las dimensiones del incendio que arrasó con todo.
Ayer en la mañana los rostros tristes, las lágrimas en las mejillas y los manos sobre la cabeza contrastaron con un domingo que muchos habían pensado en pasarla en familia frente al televisor, en el parque o simplemente de paseo por la Avenida Central de San José.
Ya no había nada. Donde estaban sus ranchos solo existen ahora cenizas y muchos otros vecinos intentando recuperar alguna pertenencia.
Kevin Piedra no pudo contener su frustración, corrió hasta su padre, Juan, y lo abrazó. Su llanto hizo que más de una persona a su alrededor también echara a andar sus sentimientos, incluso miembros de los medios de prensa que se encontraban en el sitio.
Lo que el sábado a las 6:15 p.m. parecía un caserío normal de Pavas se convirtió en un lote baldío lleno de escombros.
Kevin logró recuperar una gran cantidad de bolinchas entre la madera quemada y el zinc retorcido.
"No queda más que seguir adelante, es un golpe muy duro pues estamos en una época especial. Lo importante es que toda mi familia está bien. Lo único que logré sacar fueron los muebles muchas otras cosas se perdieron", dijo Juan.
Lo que tardó 10 años en construir lo perdió en cuestión de 10 minutos, relató el hombre.
"Sólo escuchamos donde gritaron fuego y yo me asomé y vi el incendio. En ese momento empezamos a sacar todo, pero fue muy difícil. Algunas personas no querían salir de sus casas", añadió Juan.
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