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Aumento
Un aumento en el número de agresiones contra los menores de edad detectó el PANI este año. Por eso las autoridades de esa institución afirman que la denuncia es lo único que ayudará a las pequeñas víctimas.
Archivo/Al Día
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Crece agresión a menores
Golpes, patadas y gritos Carmen NAVARRO LEIVA
cnavarro@aldia.co.cr
Los moretones y quemaduras en diferentes partes del cuerpo, evidencian el sufrimiento que soportó durante ocho años.
Karla, una jovencita de 14 años, habló anteayer, bajó identidad protegida, sobre lo que vivió en la casa de su abuela, donde la obligaban a trabajar, casi no le daban comida y le pegaban.
"No me dejaban ir a la escuela y me daban de comida lo que otros dejaban en el plato", dijo tímidamente, mientras observaba una de las cicatrices que le dejó un cigarrillo, en la palma de su mano derecha.
La niña, vecina de Limón, está bajo la custodia del PANI y la cuida una familia en San José.
Ella y otros menores deberían crecer en un ambiente estable y sin violencia. Sin embargo, los datos del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), indican que a noviembre de este año, 17.249 menores, fueron víctimas de los golpes, patadas, gritos y abandono.
La ministra de la niñez, Rosalía Gil, afirmó ayer que el número de atenciones por maltrato aumentaron en el 2004. El año pasado se registraron 10.794 casos.
"Nos preocupa el incremento, pero esto también puede significar que la gente quiera denunciar este tipo de injusticias".
Alajuela, Limón y los barrios al sur de San José, son los sectores del país donde se reportan el mayor número de casos.
El PANI registra un aumento del 25 por ciento en las denuncias por negligencia, esto significa, que los chiquitos permanecen solos, sucios y mal alimentados.
A esta situación de dolor, se suman los datos del Comité del Niño Agredido, los cuales revelan que el año pasado murieron 172 menores víctimas de algún tipo de agresión. De éstos, 43 fallecieron en la casa.
Los principales agresores son los padres, hermanos o alguien muy cercano a la familia. PreocupaciónEstudios del PANI relacionan un aumento en el consumo de licor con el número de agresiones a los pequeños.
"El problema del alcoholismo se acentúa en esta época y con esto surge el problema violencia doméstica", explicó Gil.
Ante la grave situación, el PANI promete abrir otros cuatro albergues el próximo año. Uno se llamará "casa albergue". Éste se utilizará como un centro de paso, donde se atenderá cualquier situación de emergencia, durante las 24 horas del día.
Gil asegura que junto a los esfuerzos por una mejor atención, enfrentan un déficit de ¢4 mil millones, por eso hacen las gestiones ante la Contraloría General de la República y el Ministerio de Hacienda para que les den el dinero que necesitan para trabajar.
Varios son los síntomas que presenta un menor víctima de agresión. Algunos de ellos son: sufre trastornos mientras duerme, se enoja con facilidad, o de lo contrario, siempre está triste.
Si usted conoce a un menor que es víctima de agresión física o sexual, llame a la línea gratuita del PANI 800-226-2626.
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