|
Miles de niños volvieron a sus casas con las manos llenas de regalos, amor y entrega. Róger BENAVIDES/Al Día
|
Abrazo de Dios
El Niñito llegó ayer al Estadio Nacional Neyssa M. CALVO ACHOY ncalvo@aldia.co.cr
En las graderías de sombra del Estadio Nacional, ayer el mensaje dado fue claro: "Jesús, a tus niños los cuida tu iglesia".
Con esas palabras, comprendí por qué un ejército de colaboradores de la Asociación Obras del Espíritu Santo y dirigido por el padre Sergio Valverde, cura párroco de Cristo Rey, cumplieron el sueño de dar comida y regalos a 6 mil niños en alto riesgo social de 19 comunidades urbano marginales.
Ansiosos y con los ojos llenos de ilusión, los pequeños no podían más que sonreír y comer el alimento que llegaba a sus manos.
A las 10 a.m., el sol parecía abrazar a los niños, quienes tuvieron que refugiarse debajo de sombrillas y algunos hasta usaron sus abrigos para improvisar sombreros.
A pesar de ello, permanecieron en sus puestos bajo la custodia de los servidores de la asociación. Allí estaba la delegación de niños de Sagrada Familia, San Sebastián, Barrio Cuba, Alajuelita, Cristo Rey y San Rafael Abajo de Desamparados, entre otros.
La fiesta se inició a las 9 a.m., con la misa, aunque la gradería había empezado a llenarse desde hacía dos horas.
Al finalizar la eucaristía con la bendición del Arzobispo de San José, Hugo Barrantes, a eso de las 11:30 a.m., las miradas de los niños se concentraron en el helicóptero del Ministerio de Seguridad Pública.
Al espectáculo áereo se unieron payasos, grupos musicales y artísticos que se presentaron bajo los inclementes rayos solares.
Mientras tanto, en la gradería, se repartían helados, confites, y al filo del mediodía el almuerzo preparado por miembros de la Asociación Nacional de Chefs de Costa Rica. "Gracias a todos"El padre Valverde se mostró complacido y agradecido por el éxito de la actividad. Se sintió pagado, dijo, al ver la alegría de los niños con sus regalos.
Agregó que la asociación no tiene dinero, pero si un ejército de colaboradores que siempre están dispuestos a "mendigar por otros. Pedimos por los que no tienen, y a Dios gracias siempre hay una respuesta".
La fiesta culminó al filo de las 2 p.m., cuando los 6 mil niños volvieron a sus casas con la ilusión de haber vivido su Navidad por adelantada.
|