 |
|
Sebastián MURILLO/Al Día
|
7 mil sismos sacudieron al país
Temblor de 6,2 grados en Quepos, el más fuerte Alejandra MADRIGAL ÁVILA
alemadrigal@aldia.co.cr
Más de 7 mil temblores se registraron en el país este año. Sin embargo, de esa gran cantidad de movimientos, solo 55 fueron percibidos por los habitantes, según un informe anual del Instituto Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI).
El sismo de mayor intensidad se registró el 20 de noviembre, a las 2:07 a. m., con una magnitud de 6,2 grados en la escala de Richter. El epicentro fue 10 kilómetros al noroeste de Quepos.
En Costa Rica, la mayoría de los sismos son producto de la interacción de las placas Coco, Caribe, Bloque de Panamá y Nazca. Por eso la mayoría de los temblores son producto del rozamiento y el choque de esas placas.
El OVSICORI reportó que fue en noviembre cuando se registraron y sintieron más temblores. El informe señala que los temblores sentidos fueron más de siete y tuvieron un rango de magnitud entre los 2,8 y los 6,2 grados.
Otro mes en que se sintieron igual cantidad de movimientos fue en abril, pero tuvieron magnitudes entre los 2,4 y 5,6 grados en la escala de Ritcher.
Mientras tanto, en marzo se reportaron seis, y en febrero, mayo, junio y agosto, cinco temblores en cada mes, con intensidades entre los 2,0 y los 5,8 grados.
Los temblores sentidos en el 2004 fueron, principalmente, en las afueras de Punta Burica, asociados con el roce de las placas Coco y Nazca.
Otros estuvieron localizados en el interior de la península de Osa.
Todos son una muestra representativa, aseguran los expertos del OVSICORI, de las diferentes fuentes sísmicas del país que ya son conocidas. Volcanes en calmaEl reporte del Observatorio también hace referencia a la actividad volcánica de este año y afirma que se "ha mantenido dentro de los niveles considerados normales, basados en la vigilancia sistemática y rutinaria de los cinco volcanes activos".
En el caso del volcán Arenal, se reportó que mantiene una actividad explosiva y que una de las actividades piroclásticas que llamó más la atención fue la del 6 de julio.
También se hace mención a la actividad del volcán Irazú, cuando a inicios del año se presentaron rumores acerca de la amenaza por una pequeña actividad volcánica, sin embargo, los procesos de inestibilidad física siguen siendo observados en el interior del crácter y hacia el noroeste.
La actividad volcánica fue monitoreada constantemente por el grupo de vigilancia volcánica del observatorio y, aparte de algunos eventos reportados, no se considera un año con actividad extraordinaria.
|
