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¡Uuuyyy!
Este torero improvisado, conocido por sus colegas como "Cejas", se vio en aprietos cuando el toro "El Zopilotillo" por poco lo hiere.
Mario CASTILLO/Al Día
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Corridas muy a la tica
Intensa tarde en redondel de Zapote Juan Pablo CARRANZA
jpcarranza@aldia.co.cr
Ellos son los dueños, amos y señores de las fiestas de fin de año. Su presencia, indiscutiblemente, es necesaria para que Costa Rica, con todo su folclor, sienta sus fiestas de fin de año.
Son los toros, esos que entran al ruedo de Zapote como bárbaros y salen de la arena como reyes, aplaudidos, a paso lento y luciendo su cornamenta, símbolo de ese temor que infunden en los toreros para que éstos corran y el público ría.
Ayer, en las corridas de la tarde, el redondel se sintió más vibrante, provocado por una muy buena selección de animales que hicieron sudar a toreros improvisados, lazadores y oficiales de seguridad del redondel, quienes, por huir "de los cachos", se saltaron las barreras una y otra vez.
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Carcajadas
El toro "El Parra" destruyó parte del escenario que montó ayer la Familia Torera, para la escenificación de "Los Precaristas de Zapote", quienes con la caracterización de una familia viviendo en el centro del redondel, provocaron mucha risa.
Mario CASTILLO/Al Día
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A las 3:39 p.m. salió el primer toro, "El Parra", destinado en exclusiva para que los miembros de la familia torera, esta vez con el show "Los precaristas de Zapote", sacaran sonrisas y carcajadas a toda la gente.
Equipados con una casa de madera, mesa, nevera, un "chancho" de peluche, una gallina verdadera y muchísimas agallas, los torero-payasos, con piruetas y hazañas, para provocar la bravura del animal, gustaban burlarse, tanto de éste como de ellos mismos.
El espectáculo duró 10 minutos y aunque suene poco, rindió bastante.
A las 3:51 p.m., 200 toreros improvisados entraron al ruedo. Luego de un desfile alrededor de la plaza y un lapso para abrazos entre quienes con el paso de los años han hecho amistad dentro del redondel, todos los valientes se posicionaron frente a la salida del toro.
Trompetazo, puerta y a persignarse. Salió el "Cara'e Queso": 480 kilos de pura fuerza y bravura.
Desde su entrada hasta su salida, el toro, propiedad de Heriberto Abarca, correteó, se brincó la barrera y se hizo el difícil al momento de su enlace.
"Estuvo fuerte, me pegó un buen susto", dijo Carlos Rodríguez, de Santa Ana, a quien, por unos cuantos pasos y un salto oportuno de la barda, no lo agarró el toro.
Después de "Care Queso", llegaron "Cartero", "El Flaco", "Zopilotillo", "Ojos Negros", "Sancho", "Listón" y "El Soturre", todos fuertes y veloces.
El momento más emotivo de la corrida fue cuando Carlos Chapas, primer campeón de monta en el país, salió al lomo de "El Basurita". El toro, de 600 kilos, fue el que sobresalió por fuerza y tamaño.
Éste, a uno de los toreros improvisados, José María Rodríguez, lo lesionó en las costillas, por lo que se le trasladó al Hospital San Juan de Dios.
A las 5:30 p.m., luego del último trompetazo, la jornada
fue sellada con aplausos, no solo a los toros y toreros, sino también para
la esencia que recorre a todo Zapote: la tradición.
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