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Gran duelo
Miami derrotó a los Lakers, en el partido donde se vieron las caras Kobe y Shaquille.
AP/Al Día
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Pulseada en las alturas
El duelo entre Kobe y "Shaq" no defraudó
Los Ángeles / AP - Pocas veces un partido de temporada regular en la NBA había generado tanta expectativa como el choque entre el Heat y los Lakers, el día de Navidad.
Y cuando terminó, la impresión generalizada fue que la pulseada "Shaq-Kobe" no defraudó.
"Apenas salí a la cancha, caí en cuenta de cuán importante era este partido. Ojalá todo los partidos tuviesen ese tipo de vibración", dijo el delantero Lamar Odom, cuyos 24 puntos no pudieron evitar la derrota de los Lakers 104-102 ante Miami, en tiempo extra.
Odom fue uno de los componentes del trío de jugadores que en julio, junto a Caron Butler y Brian Grant, fueron transferidos a Los Angeles por Shaquille O´Neal, quien jugó por primera vez contra su exequipo.
El entrenador de Miami, Stan Van Gundy, tuvo una opinión diferente, luego que su equipo igualó el récord de victorias consecutivas del equipo, al alcanzar la undécima.
"No hubo bombo publicitario como tal. El bombo fue "Shaq" y Kobe", dijo Van Gundy.
"Fue como un programa de esos sobre parejas. Me pareció que rayó en lo ridículo".
"Soy de la vieja guardia. De veras, sólo me importó el partido. Cualquiera hubiese pensado que se había tratado del rompimiento de Jennifer López y Ben Affleck".
O´Neal y Kobe Bryant llevaron a los Lakers a tres coronas en fila entre 2000-02, además de un subcampeonato en la última temporada, pese a que era harto conocido que no se llevaban bien.
Tras el partido, O´Neal evitó mencionar el nombre de Bryant, como ha sido su costumbre estos últimos meses.
Cuando le preguntaron si había hecho las paces con el astro de los Lakers, O´Neal replicó: "Sólo vinimos a ganar".
Sobre si echaba de menos a Los Angeles, O´Neal enumeró a la policía, la gente, los centros comerciales, las luminarias de Hollywood, pero seguido señaló que "no extraño el tráfico y tampoco a dos o tres individuos".
Se le preguntó quienes eran esos individuos, pero O´Neal señaló: "No sé. No conozco sus nombres. Sus nombres han sido borrados de mi memoria. Si lo hago, me traumatizo".
O´Neal dijo que no le dirigió la palabra a Bryant tras el partido, aunque los dos se vieron las caras antes del silbato inicial.
Tampoco le prestó atención a un tributo en video que se pasó por la pantalla gigante de la arena Staples Center. Pero sí escuchó la reacción de los espectadores.
"Creo que el 89,2% aplaudió y el 11,8% rechifló", dijo el centro sacando mal la cuenta.
"Pero ya estoy acostumbrado. Fue un día divertido. Seguro que la NBA hizo mucho dinero".
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