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El cubano-estadounidense de apellido Saavedra alquilaba una casa en una zona montañosa de Quepos, para ocultar el laboratorio de marihuana hidropónica. Alex BAKER / Al Día
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Droga se vendía en San Pedro y Escazú
Marihuana decomisada valorada en ¢20 millones
Míldred MARÍN, corresponsal y Érick CARVAJAL, redactor / Al Día
Un cubano-estadounidense de apellido Saavedra, quien figura como principal sospechoso en el caso de la marihuana hidropónica hallada en Quepos, tenía como principales puntos de venta Quepos, San Pedro (Calle de la Amargura) y Escazú, según confirmaron agentes judiciales que llevan el caso.
La droga, conocida como “cripy”, fue valorada por las autoridades en más de ¢20 millones. Una onza cuesta en el mercado $200 (¢83.800).
Saavedra, quien, según las autoridades, tiene antecedentes por este mismo delito en los Estados Unidos, es buscado por la INTERPOOL, pues salió del país el martes de esta semana rumbo a Miami.
Las autoridades confirmaron que este hombre es un gran experto en el cultivo de la marihuana hidropónica, pues tenía en la casa un equipo sofisticado para su cultivo.
Según reportes de Migración, el extranjero salía con mucha frecuencia hacia los Estados Unidos.
Los agentes dijeron que todo el equipo lo había traído de los Estados Unidos, esto por sus etiquetas y los precios en dólares en ellas.
A Saavedra también se le decomisó una camioneta valorada en ¢14 millones. La droga incautada pesó alrededor de 18 kilos.
Los agentes dijeron que como parte de las investigaciones para efectuar el allanamiento fueron vitales los informes sobre el consumo de luz y agua.
Solo por concepto de electricidad el hombre pagaba mensualmente ¢140 mil y por agua ¢40 mil.
La casa le costaba $700 mensuales (¢293.300). La vivienda está en un lugar alejado del pueblo y metida en una montaña.
Según las autoridades, al hombre no le servía que las personas pudieran observar el laboratorio que tenía para la producción de la marihuana.
Mercado en crecimiento
Para la policía, Saavedra tenía dos años de estar produciendo la droga en Costa Rica.
Su primer mercado fue Quepos, pero según informes que les llegaron a las autoridades, el cubano también distribuía en San Pedro y Escazú.
Las llamadas hechas a los agentes dan cuenta que el sospechoso vendía la droga en los alrededores de la UCR, en la Calle de la Amargura, principalmente a extranjeros.
El mercado de Escazú es una clientela de clase alta, pues el alto precio de la marihuana hidropónica solamente se podía vender en esos lugares.
Muchos vecinos del lugar informaron que al laboratorio del cubano llegaban autos lujosos, con entradas y salidas rápidas.
Los mismos vecinos informaron que muchas veces lo vieron armado, incluso le gustaba hacer disparos al aire.
También eran frecuentes las fiestas y muchos escándalos que se los reportaban a las autoridades de la zona.
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