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Recuperación
Wallace y compañeros suman tres triunfos consecutivos. La motivación vuelve a la Liga, pero algunos males requerirán más tiempo.
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Alivio a los males
Con triunfos y entrega, la Liga disimula dolencias aún no superadas del todo
Antonio ALFARO / Al Día
Con varios males a lo largo de la temporada, la Liga los disimula con el analgésico de los triunfos y la entrega, como quien se deshace de los síntomas más fuertes aunque la enfermedad no esté superada del todo.
Pasó ya la fiebre, pero la temporada no alcanzará para curar todas las dolencias, como los efectos del cambio generacional. Otras, como la falta de conjunto por el paso de tres técnicos, la ausencia de pretemporada de sus figuras (por estar con la selección) y las constantes lesiones parecen solventarse poco a poco.
Para su próximo juego en el campeonato nacional -el 15 de febrero- los liguistas esperan tener de alta a todo el plantel, excepto Rolando Fonseca y Erick Jiménez, con operaciones de rodilla que les demandaría varios meses de recuperación, según explica el médico del equipo Alfredo Gómez.
A su criterio las lesiones no son la causa del bajo rendimiento alajuelense. “No hay una gran diferencia con respecto al campeonato anterior (en cuanto a número de lesionados)”, señala Gómez. Esta vez se habla más de las dolencias, según opina el galeno, debido a los resultados.
El virus
Para muchos, la enfermedad manuda inicia en la no contratación del técnico Jorge Luis Pinto, aunque los directivos insisten fue el timonel quien decidió irse. “No es culpa de la directiva, se le iba a hacer una evaluación, como estaba estipulado”, señala el entonces directivo Óscar Saborío, aunque reconoce no lograron manejar el difundido rumor sobre la posible llegada de Guimaraes, cuando aún no habían resuelto lo de Pinto. “Se nos salió de la manos”, expresa Saborío, para agregar de inmediato que nadie puede saber si con Pinto la historia hubiese sido diferente.
El virus lo contrajo alajuelense mucho antes, según opina el exgerente manudo Iván Mraz, quien no habla tanto de lesiones, partidas y llegadas de técnico, sino del cambio generacional en el plantel.
“Es consecuencia del descuido en temporadas anteriores. No pensaron que el equipo se hace viejo y que hay sustituir a los jugadores”.
“No foguearon a los muchachos talentosos, ni cuando la Liga iba ganando 4 a 0 y ahora tienen muchos jugadores sin experiencia”, señala Mraz. A su criterio es responsabilidad tanto de los técnicos como de los dirigentes.
La medicina
La Liga dio descanso a algunos jugadores y preparó trabajos físicos especiales en medio campeonato para compensar la falta de pretemporada. “No teníamos otra opción”, señala el médico Alfredo Gómez, reconociendo que no es lo ideal, pues el jugador se vuelve más propenso a lesiones, cuando realiza trabajo de carga y está en media competencia.
La continuidad -de Olguín, y de éste con sus jugadores- parece la otra medicina. Con ella, ya suman tres victorias consecutivas y se mantienen con posibilidades de darle alcance a los líderes Herediano y Saprissa, tan solo tres puntos arriba.
Sin embargo, no cuentan para ello -al menos de momento- con el mejor momento de sus figuras, al estilo de Wílmer, Bryce, Izaguirre y Scott, afectados por lesiones, quizás un poco de saturación o la ausencia de pretemporada. Scott, por ejemplo, máximo anotador de la Liga en las dos campañas anteriores, tan solo suma cuatro goles en la presente campaña.
En su lugar están surgiendo otros protagonistas como Víctor Núñez o Carlos Hernández, mientras los triunfos devuelven la motivación al equipo. Los síntomas comienzan a desaparecer, pero algunos de los males no los curará de la noche a la mañana.
Radiografía a la Liga
Continuidad
Después de dos títulos conseguidos se rompió la continuidad con el técnico colombiano Jorge Luis Pinto. Los directivos alajuelenses no lograron el adecuado manejo de la situación: mientras en los medios de prensa se hablaba del interés rojinegro en Guimaraes, ellos le aseguraban a Pinto que debían evaluarlo -luego de dos títulos conseguidos- para decidir si le renovaban o no.
Cuando le dieron
Cuando le dieron el “sí” a Pinto, el técnico ya había decidido marcharse. Pinto tomó luego el Junior de Barranquilla, equipo que no figuraba entre los diez primeros del torneo colombiano, y por poco lo mete en la final de Colombia.
Sin pretemporada
La participación de Costa Rica en la Copa de Oro, con nueve jugadores liguistas seleccionados, impidió al técnico Juan Carlos Oblitas una buena pretemporada con todo el grupo. Podría estar ahí la explicación a muchas de las lesiones sufridas por el cuadro rojinegro en la presente campaña.
Los especialistas en preparación física coinciden en que las dolencias musculares suelen originarse en la sobrecarga de trabajo o en la falta de una base física adecuada. En Alajuelense se presentaron ambos casos.
Álvaro Mesén, Ricardo González, Luis Marín, Wílmer López, Rolando Fonseca, Erick Scott, Alexánder Castro, Pablo Chinchilla y Steven Bryce, fueron los manudos que se perdieron la pretemporada por jugar Copa de Oro. Todos se han lesionado en esta temporada, aunque no puede asegurarse que su presencia en la selección sea la causa.
Tres técnicos
El paso de tres técnicos por el banquillo, en tan solo medio campeonato, ha jugado en contra del conjunto manudo, un cuadro que estaba acostumbrado a la estabilidad de sus timoneles. Los constantes cambios en alineaciones y la idea de juego, por más que se parezcan, siempre afectan.
Juan Carlos Oblitas salió con un rendimiento del 44% (tres triunfos, tres empates y tres derrotas) luego de dirigir a la Liga en las primeras nueve jornadas. Enrique Vásquez fungió de emergente en cinco fechas y logró un 86,6% (cuatro triunfos, ningún empate, una derrota).
Llegó por último Jorge Mario Olguín, quien lleva un 56,4% (seis triunfos, cuatro empates y tres derrotas) luego de doce encuentros. Al técnico argentino, el Clausura parece sonreírle, pues en sus cuatro fechas tiene un rendimiento del 75%.
Lesiones
Colmada de lesiones, la Liga tiene algunos flancos débiles ó al menos con pocos hombres. La delantera, que había iniciado con suficiente arsenal (Fonseca, Scott, Miso, Núñez, Jiménez, Alpízar y si fuese necesario Bryce), tiene hoy solo a Núñez y Alpízar, además del juvenil Bryant Ruiz.
Los males, sin embargo, no se limitan a los delanteros, pues casi todos los jugadores rojinegros se han ausentado por lesión en algún momento de la temporada.
Cambio generacional
La Liga mantiene la base del cuadro tetracampeón, pero empieza a vivir un cambio generacional, con el protagonismo de jóvenes como Carlos Hernández, Michael Rodríguez, Roy Myrie y recientemente el delantero Bryant Ruiz, sin olvidar las esporádicas apariciones del debutante zaguero Róger Estrada. Son jóvenes de calidad que aún deben ganar lo que solo la experiencia y la continuidad otorgan.
Otros, al estilo de Sirias y Montero, aunque tienen más experiencia, aún no cuentan con la jerarquía para comandar el equipo.
Siempre que un club grande vive este tipo de transformaciones, suele pagarla con altibajos en los resultados. El ideal, logrado por la Liga en anteriores ocasiones, es la renovación paulatina, sin que se note mucho el cambio ni se deje de ganar, combinación que Alajuelense no ha conseguido hasta ahora en la temporada 2003-2004. No obstante, si conserva su equipo parece tener garantizado el protagonismo a mediano y largo plazo.
En el 93, por ejemplo, la Liga tuvo el debut de Marín, Wallace y Mesén, además de la incorparación de Wílmer procedente de Carmelita. Ese año no fueron campeones, pero después lograron éxitos al por mayor.
Nuevos bríos
Los nuevos bríos con jugadores como Víctor Núñez, Esteban Sirias y Carlos Hernández, de poca participación en el Apertura, pero incluidos en la alineación en los cuatro partidos jugados del Clausura, le dan fuerza a la Liga para disimular sus males. A ello se suman los buenos resultados que le devuelven la confianza y motivación al equipo.
Los tres triunfos consecutivos -por primera vez en la campaña- coinciden con la mayor continuidad que ha dado el técnico Jorge Mario Olguín a su alineación: siete jugadores han sido alineados en las cuatro fechas (el arquero González, los zagueros Marín y Myrie, los laterales Wallace y Sirias, los atacantes Núñez y Alpízar). Si se agrega a Bryce, Arnáez y Gabas -presentes en tres de las cuatro jornadas- encontramos una Liga que al fin empieza a tomar forma, con nombres y apellidos.
Tal continuidad tiene que darle resultados, aunque está claro que Saprissa y Herediano le llevan ventaja al respecto.
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