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¡Al trabajo!
La familia Oporta, aún con el corazón desgarrado por la tragedia, vuelca todas sus energías en el trabajo que le demanda la planta empacadora.
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Aparece testigo clave
Vivian MEDINA y Edgar CHINCHILLA, corresponsales / Al Día
San Carlos, Alajuela.- El exceso de velocidad pudo ser la causa de la tragedia vial del jueves de la semana pasada en Boca Arenal de Cutris, donde fallecieron una pareja, sus dos hijos menores y el conductor del vehículo en el cual viajaban, según la versión de un testigo clave que ayer localizó el OIJ.
La noticia sobre la aparición de este informante, trascendió al mismo momento que las dos familias dolientes intentan rehacer sus vidas.
Las víctimas fueron identificadas como el costarricense Bernal Huertas Araya, de 46 años y chofer del vehículo, y la familia nicaragüense de Luis Oporta Lumbi, de 31 años, su esposa Jeanette González Obando, de 34, y sus hijos Luis Alberto y Margaret, de 11 y un año y seis meses, respectivamente.
Ellos, presuntamente, habrían sido embestidos por un tráiler conducido por Eladio Rodríguez Umaña, de 44 años, que resultó ileso y vecino de Parajales de Pocosol.
Esto ocurrió en un lugar conocido como Hacienda Olga, a 2 kilómetros al sur desde Boca Arenal de Cutris, carretera a Ciudad Quesada.
El testigo, cuya identidad la policía mantiene en reserva, narró ayer que en el momento de la tragedia, venía detrás del camión de Huertas.
El informante narró que, en determinado momento, quiso adelantarlo, porque Huertas conducía lentamente.
Sin embargo, casi de manera inmediata debió retornar sobre su carril porque, al parecer, topó de frente con el cabezal.
El testigo, vecino de Santa Rosa de Pocosol, aparece oportunamente porque con su manifestación “se complementa muy bien las averiguaciones de tipo pericial”, dijo una fuente cercana al caso.
El OIJ y el Tránsito ya habían adelantado la hipótesis del exceso de velocidad. Incluso, cabe la posibilidad de que la policía contacte a otro testigo, según lo que narró este vecino de Santa Rosa de Pocosol.
“Comentó que la segunda persona que llegó al sitio fue un conductor que viajaba detrás del cabezal”, se informó.
Inicialmente trascendió que podría ser un vecino de Muelle de San Carlos. El OIJ aún no ha indagado a Rodríguez, quien durante los primeros días acusó una fuerte crisis nerviosa, dijeron las fuentes.
Ayer, en la casa de Huertas, en Pital de San Carlos, sus familiares atendían las actividades religiosas correspondientes al novenario.
Un allegado, quien prefirió no ser identificado, comentó que lo único que pretender en “intentar salir adelante”.
A unos pocos kilómetros de distancia, en la casa de los Oporta, los padres y hermanos trabajaban duro en la empacadora de tubérculos.
“Este ha sido el sueño de nuestra vida. Aquí hemos empeñado todo nuestro esfuerzo. Ahora más que nunca debemos luchar, aunque en el fondo el dolor nos desgarra”, comentó un familiar.
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