Martes 27 de enero, 2004. San José, Costa Rica.



 

Anoche, a las 8:15, familiares y allegados de German Silva Montero se hicieron presentes a su vela, en la casa de habitación de su madre, en Quircot de Cartago.

Quircot abatido por muerte

Gilda GONZÁLEZ y Carlos LÁSCAREZ / Al Día

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Quircot, Cartago. La muerte de Germán Silva Corrales, a consecuencia de una discusión en un partido amistoso de fútbol, en la tarde del domingo, es censurada por familiares, amigos y vecinos de la víctima, en Quircot de Cartago.

Anoche, durante el velorio, nadie se explicaba cómo el joven de 24 años y padre de tres hijos (y un cuarto que viene de camino) había muerto a golpes propinados por integrantes del equipo contrario, en lo que se pintaba como una entretenida jornada para los lugareños.

“Era un hijo muy especial. No hablaba por no ofender. No espero justicia. Dios va hablar por mi hijo. Pedimos fortaleza para él o los agresores. Ya los perdonamos”, dijo anoche doña Elizabeth Corrales, con una paz interna que ella se la debe a Dios.

German Silva

Silva, quien laboraba como operador en la fábrica de vidrios Vicesa, fue abatido a golpes en la cancha de fútbol en Quircot de Cartago, poco después de iniciado el segundo tiempo.

La golpiza le provocó un paro cardiorespiratorio y falleció minutos después de ingresar al Hospital Max Peralta, de Cartago.

El encuentro concluyó abruptamente por una disputa de juego entre los contrincantes.

“El fútbol es para pasar un buen rato, pero se volvió peor que un animalismo, por una furia, un ataque de ira... Mi hermano era un hombre de bien, ejemplar como padre, esposo, hijo, hermano y compañero. No lo vamos a llorar porque sabemos que está en el cielo. Lo único que esperamos es que se haga justicia”, dijo su hermana Damaris Corrales.

Con ella coincidió la hermana Xinia Vargas Corrales al asegurar que “las pasiones de Germán eran el fútbol, su familia y compartir con sus hijos”.

Amigos que hablaron con Al Día coincidieron en que Silva, sexto de 12 hermanos, era un muchacho muy tranquilo, apasionado por el fútbol, sin vicios y “muy cristiano”.

El muchacho asistía siempre a la iglesia cristiana Fe y Visión, en Quircot.

La tristeza y el abatimiento sobresalían anoche en la casa de su madre, donde lo velaban.

Los familiares narraron que el domingo, Silva no iba a jugar ese partido, pero lo llamaron a última hora y lo pusieron de titular.

Sueño truncado

Según relató otro de los hermanos, Johnnatan de Jesús, el deseo de Germán era poder ir a dejar a su hijo mayor Danilo a la escuela en su primer día de clases en primer grado, el próximo 9 de febrero.

“Siempre decía que añoraba verlo con su bulto y con los útiles. Esperaba que llegara ese día. Siempre le hablaba de eso a la esposa. Estaba orgulloso, era su hijo mayor”, manifestó.

Silva era padre de Danilo, Alexánder y Kenneth de entre 7 y 4 años.

Los niños lo esperaron el domingo en la casa, como siempre para que les contara los pormenores del partido.

Sin embargo, la noticia de su muerte destrozó la vida de los pequeños.

Silva tenía siete años de casado con Magally Romero.

Sospechosos

Tres personas figuran como los principales sospechosos de la muerte a golpes de Germán Silva Corrales.

Los investigados, uno de ellos de apellido Rivera, a quien le dictaron medidas cautelares, fueron señalados por testigos como las personas que lo abatieron.

Las autoridades judiciales de Cartago entrevistaron a todos los jugadores (de ambos equipos), así como a la gente que presenciaba el encuentro para reconstruir lo ocurrido.

Los tres sospechosos pertenecen al equipo contrario.

Agentes judiciales volvieron ayer al sitio para hablar con más testigos, quienes identificaron a Rivera como quien protagonizó la riña con Silva.

El Juzgado Penal de Cartago le impuso a Rivera firmar cada 15 días ante ese despacho y la prohibición de acercarse a la familia de la víctima y de perturbar a los testigos.

Los otros dos sospechosos siguen siendo investigados, pues según las primeras pesquisas, los golpes recibidos por la víctima no fueron propinados por solo una persona.

Las autoridades esperan el dictamen forense para determinar la causa de muerte del ofendido.

Silva será sepultado hoy a las 11 a.m. en el Cementerio Obrero de Cartago.

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