Martes 27 de enero, 2004. San José, Costa Rica.



 

Profundo El cuerpo del menor Danilo, de un año, estaba envuelto en unas sábanas y enterrado a 2,10 metros de profundidad en la finca cafetalera Santa Rosa, en Poás de Alajuela.

Prisión a padre de bebé

Gilda GONZÁLEZ / Al Día

Un nicaragüense de apellido Gutiérrez, investigado por la muerte de su hijo de un año, cuyo cuerpo fue encontrado enterrado, el sábado, tendrá que pasar seis meses de prisión preventiva, según lo dictó el Juzgado Penal de Alajuela

Al extranjero se le sigue una causa por el delito de homicidio calificado en perjuicio del pequeño Danilo, quien falleció en julio pasado,según la policía, a manos de su padre.

Los restos del menor estaban sepultados en la finca Santa Rosa, en Poás de Alajuela.

El caso se conoció después de que la madre del niño, después de seis meses de silencio, decidió denunciar los hechos a las autoridades.

Ella misma guió a la policía hasta el lugar donde estaba Danilo enterrado.

Según dijo la mujer, el pequeño habría sido asesinado por su compañero y padre de la víctima, el 11 de julio anterior. Ella se enteró de lo ocurrido cuando regresó a la casa al final de la tarde y el hombre solo le dijo que el niño había muerto en sus brazos y que no le dijera nada a las autoridades.

La investigación está a cargo de la Fiscalía de Alajuela.

Según las pesquisas policiales, Gutiérrez pretendía huir del país hacia Nicaragua, el domingo, un día después de su captura y hallazgo del cuerpo.

El extranjero fue detenido en el momento en que acudía a una cita con la madre de la víctima y denunciante la nicaragüense María López López, en el parque de San Pedro de Poás.

Según informó un policía ligado a la investigación, antes de la muerte del menor, la pareja había vivido tres meses muy cerca de la finca donde apareció el cuerpo. Ahí se dedicaban a las cogidas de café.

Luego de la muerte se trasladaron hacia Turrialba para prestar servicio en otros cafetales.

La pareja se separó hace tres meses. Gutiérrez se quedó en Poás de Alajuela y ella en Turrialba, con otro hijo que nació hace dos meses.

Precisamente por amenazas que recibió María de parte de Gutiérrez de que mataría al nuevo bebé, es que ella acudió a la policía.

Amenazas de reo

Tras la prisión preventiva, las autoridades de Adaptación Social debieron ubicar a Gutiérrez en una prisión fuera de San José, pues pocas horas después de detenido y mientras se mantenía en las celdas del OIJ de Alajuela los reclusos lanzaron amenazas en su contra.

Las amenazas se referían a que lo iban a golpear.

Se trata de una especie de código entre los reos en los casos de personas vinculadas con delitos contra menores.

Por su parte, la madre del niño fue indagada y aunque conocía sobre la muerte del bebé desde el primer día, para la Fiscalía no caben acciones judiciales en su contra y la tomaron como testigo.

Según su propio relato, la mujer estaba amenazada por su compañero de que si hablaba con la policía le mataría, incluso, a una hija de 3 años que vive en Nicaragua.

Las autoridades están a la espera del informe de medicatura forense, el que estará listo en dos semanas, para conocer la causa de muerte del pequeño.

Ayer trascendió que el cuerpo presentaba un golpe en la cabeza.

El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) de Turrialba le brinda apoyo a la mujer y a su pequeño de 2 meses de nacido.

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