Domingo 8 de febrero, 2004. San José, Costa Rica.



 

La “media teja” y la salud

Osvaldo Pandolfo

Muchas personas, sobre todo los hombres, celebran la llegada a los cincuenta años de edad, ya que para algunos significa un gran acontecimiento. Lo que no se imaginan es que a partir de ese momento comienzan a presentarse una gran cantidad de problemas en su salud y terminan siendo, en su gran mayoría, esclavos de los medicamentos. Además se convierten en excelentes clientes de los hospitales y clínicas de la Caja Costarricense del Seguro Social y de los consultorios médicos privados.

Lo primero que llama la atención es que comienzan a presentarse toda una escalada de aumentos, pero no de precios - excepto las medicinas - sino de males, como la presión arterial, triglicéridos, colesterol, azúcar, ácido úrico, antígeno prostático y muchos más.

Por el contrario otras funciones que deberían subir, más bien bajan, para frustración de muchos, pero por suerte apareció el medicamento milagroso y caso resuelto.

A las mujeres, por su parte, también les afecta la llegada de la “media teja”; se les acrecienta la menopausia, comienzan los problemas de artrosis, se incrementan las migrañas, problemas circulatorios y varios inconvenientes más hacen su aparición.

En muchos casos todo lo anterior se convierte en un problema de relación de pareja, preocupación en la familia y es la antesala para la llegada de la tercera edad.

Comentan los que tienen experiencia y que han pasado por esta cadena de males, que los que logran superar esa década de los cincuenta, al llegar a los sesenta años se produce una estabilidad no solo de la salud sino también emocional.

Puede ser que el organismo ya se acostumbró a convivir con esos padecimientos y el mostrario de medicamentos, de todas las formas y colores, se convierte en algo rutinario.

Después de este panorama tan desalentador, tanto para mujeres como para hombres, al cumplir el medio siglo mi recomendación, a los que no han llegado a esa “linda” edad, pero sobre todo a la gente joven, es que se cuiden para no sufrir las consecuencias antes mencionadas.

Todos los malos hábitos en las comidas, exceso en las bebidas, fumar, estrés, falta de ejercicio, poco control médico, problemas hereditarios, etcétera, repercuten seriamente en la salud y las consecuencias aparecerán con más intensidad después de cumplida la “media teja”.

Lógicamente existen las excepciones y hay algunos y algunas que llegan a esa edad en muy buenas condiciones de salud, lo cual aunado a la experiencia acumulada, los convierten en elementos muy importantes y con grandes aportes para el desarrollo de nuestra sociedad.

opandolfo@hotmail.com

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