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Vecinos de María Estelia asistieron ayer en la tarde a su funeral en la ermita de Bajo Zúñiga de San Ramón. Los niños aún desconocen su muerte y su esposo no pudo asistir porque sigue internado. Carlos SALAZAR / Al Día
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Descartan accidente en intoxicación
OIJ entrevistó a víctimas de Lannate, en San Ramón
Mildred MARÍN, corresponsal y Gilda GONZÁLEZ / Al Día
mimarin@aldia.co.cr
Las autoridades descartan que un accidente causara la intoxicación con Lannate de la familia Herrera, el viernes, en Bajo Zúñiga de San Ramón, donde murió la madre y dos de sus tres hijos permanecen “muy delicados”.
Así se determinó, ayer, después de que agentes policiales conversaron en el hospital de la localidad con el padre de los niños, José Luis Herrera, de 53 años, y una de sus hijas, Lorena, de 11, únicos, hasta el momento, fuera de peligro.
La pequeña contó que su madre, María Estelia Chacón, de 42 años, los llamó a la cocina para darles “una medicina para los bichos del estómago”.
Lorena (quien aún no sabe que su madre falleció) junto a sus hermanos Alexánder, de 12 años y Seidy, de 6, hicieron una fila, como les dijo su progenitora y se tomaron una cucharada de algo que les supo “muy feo”, según la policía.
Después, según relató Lorena, María Estelia les indicó que todos, junto con ella, se tomaran de las manos y se fueran a acostar a las camas, lo cual hicieron los pequeños. Luego no supo más.
Media hora después, Alexánder el mayor, caminó 50 metros hasta la casa de su abuelita para pedir ayuda.
Cuando la Cruz Roja y la Fuerza Pública llegaron al lugar, la madre ya estaba muerta. Los niños fueron llevados al hospital, donde permanecen. Alexánder y Seidy aún no reaccionan y se les reporta como “muy delicados”.
Pero la hipótesis de la policía de que la madre siempre supo que se trataba de Lannate fue confirmada tras escuchar la versión de su esposo, quien relató ayer, que el viernes, a eso de las 9:30 a.m., cuando se disponía a almorzar en la finca donde labora, se tomó el refresco primero y luego la comida que ella le había preparado.
A los pocos minutos comenzó a sentirse muy mal.
Las preguntas que se hacía ayer la policía son:
– ¿Por qué si la madre pretendía eliminar “los bichos” del estómago a los niños, le puso Lannate al esposo y ella también lo consumió?
– ¿Por qué ingirieron el veneno de una bolsa etiquetada con el nombre y las instrucciones y la mujer sabía leer?
La policía también confirmó que María Estelia tenía un expediente médico de psiquiatría en el Hospital Carlos Luis Valverde Vega, donde fue atendida.
Ana María Castro, abuelita paterna de los niños, dijo que su nuera tenía serios problemas emocionales.
Las autoridades no descartan que la señora creyera que el Lagnnate era bueno para los problemas del estómago, pero son incrédulas al valorarlo.
Un día como todos
Según contó José Luis a las autoridades, todos se levantaron el viernes como siempre, a las 5:30 a.m.
Su esposa preparó gallo pinto y les sirvió leche.
“No le vi nada extraño. Se levantó contenta y los muchachos estuvieron jugando en la casa. No sé en qué momento ella lo hizo y si lo hizo sabiendo lo que estaba haciendo”, dijo Herrera.
La niña Lorena le contó además a la policía, que antes de tomarse la “medicina” su madre les sirvió sopa.
María Estelia preparó la supuesta medicina en un jarro rosado.
El jarro, un plato, una cuchara y el paquete de Lagnnate fueron llevados a la Medicatura Forense, donde le harán los análisis respectivos.
Luis Ángel Herrera, hermano de José Luis, se mostró ayer afectado por lo ocurrido.
“Esperamos la recuperación y poder llevarlos a la casa. La familia está rezando mucho para que todos se recuperen”.
Edgardo Mora, uno de los cruzrojistas que atendió a los afectados, dijo ayer a Al Día, que cuando llegó a la vivienda, el viernes, a las 9:18 a.m., encontró a María Estelia sobre la cama y abrazada a su hija Seidy.
“Primero auxilié a la niña y después a la mamá, que ya estaba muerta. Luego atendimos a la de 11 años quien sí respondió a los estímulos. Desde ese momento supimos que se trataba de una intoxicación. Fue una escena de impacto. Tuvimos que actuar muy rápido para salvar la vida de los niños”.
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