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10:55 a.m. Frente al Centro Comercial Real Cariari, en el cruce de Belén, la joven Susana Carmona cruzaba la autopista General Cañas, arriesgando su vida entre los carros que transitan por esa ruta. Roger BENAVIDES / Al Día
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Pasos de la muerte
11 peatones murieron en rutas nacionales
Alejandra MADRIGAL ÁVILA / Al Día
alemadrigal@aldia.co.cr
Colaboraron Mercedes AGÜERO y Mónica UMAÑA.
El lunes, a las 7:50 a.m., las historias de dos hombres que nunca se habían visto, se unieron para dar paso a la tragedia.
A esa hora, en la autopista Próspero Fernández, Fermín Joya, de 68 años, y Diego Trejos, de 24, se conocieron sin tiempo para nada más, ni para despedirse.
Fiel a sus convicciones, Diego se bajó de su automóvil para tratar de ayudar a Fermín, quien acababa de ser golpeado por un auto cuando trató de cruzar la autopista.
Se hincó junto al hombre y mientras intentaba estabilizarlo, un autobús que viajaba a alta velocidad, atropello a ambos provocándoles la muerte minutos más tarde.
El sitio donde se produjo ese accidente, es considerado como “zona de muerte”, al igual que otros ocho puntos en diferentes vías nacionales.
Esos peligrosos lugares están en la autopista
General Cañas, frente al residencial Los Arcos,
en Heredia y el Centro Comercial Real Cariari.
En la Próspero Fernández, frente al Hospital Cima San José y al Centro Comercial Multiplaza.
En la autopista Florencio del Castillo, en las inmediaciones de Hacienda Vieja, en Tres Ríos, en la entrada de La Lima en Cartago, y frente al Residencial Lomas de Ayarco, en Curridabat.
El último punto está entre la Circunvalación de San Sebastián y Alajuelita, en el lugar conocido como el cruce de la Colonia Kennedy.
Las estadísticas del 2004 reflejan la trágica realidad que se vive en las vías nacionales, pues fallece – en promedio– una persona diariamente en accidentes de tránsito.
Hasta la fecha se reporta el fallecimiento de 38 personas: 11 murieron atropelladas, 16 en colisiones y 11 cuando sus autos se salieron de la vía.
Informes de la Policía de Tránsito,
indican que de las 11 personas que perdieron la vida
al ser atropelladas, siete cometieron alguna imprudencia
a la hora cruzar la calle.
El año pasado y durante los dos primeros meses, se reportó la muerte de 53 personas, de las que 21 perdieron la vida en colisiones, 19 en atropellos, 11 se salieron de la vía y dos perecieron en un vuelco.
Además, de los 326 accidentes con víctimas mortales ocurridos durante todo el 2003, en 117 la causa fue el atropello.
Se la juegan
Periodistas de Al Día recorrieron las zonas antes mencionadas y comprobaron como cientos de peatones se arriesgan a cruzar esas transitadas carreteras.
Este arriesgado método de cruzar, se usa con más frecuencia en las horas pico.
Así lo relató, Wálter Mosquera Mosquera, a quien encontramos ayer intentado cruzar la autopista Florencio del Castillo, frente a la Urbanización Los Itabos.
“No se respeta a los peatones y uno tiene que jugársela como pueda. Vivo en Tirrases de Curridabat, pero trabajo como guarda en el
Condominio Lomas de Arcos de Curridabat. Un día de estos crucé con un perrito y me lo arrolló un carro”, contó.
El mensajede Mosquera es el de que en esa zona es urgente ubicar un puente peatonal.
Sin embargo, el ministro de Obras Públicas y Transporte (MOPT), Javier Chaves, es del criterio de que con solo la infraestructura no se evitan estas muertes, “debe haber un buen estado del vehículo y mayor responsabilidad del conductor a la hora de manejar a altas velocidades”
Chaves anunció la construcción de pasos peatonales, en los ocho puntos críticos.
El director de la Policía de Tránsito, Ignacio Sánchez, reconoce sentirse impotente al no poder prevenir la muerte de peatones, “pero la experiencia me indica que por más puentes la gente siempre va a pasar por debajo”.
En contraposición, los transeúntes afirman que de existir sitios seguros al cruzar, “no se llevarían sustos” y “tampoco tendrían que dar tantas vueltas para cruzar al otro lado”.
Así opinaron Adelia Mora, de 83 años, cuando intentaba cruzar la pista en San Sebastián, y Delfina Quesada, de 67 años, luego de “pegarse un carrerón” para atravesar la Próspero Fernández y llegar al sitio conocido como Pasoca.
“Vine a hacer un mandado y sí... tengo que correr, sino cruzó aquí tendrían que caminar más de un kilómetro. En más de una ocasión me he llevado un sustillo”, relató Quesada.
Solución en camino
El ministro Chaves afirmó que con la construcción de esos ocho puentes peatonales se atenuaría el peligro para la gente que usa ese método.
Según el funcionario, el cartel de licitación para la construcción de los puentes se estaría publicando el viernes de la semana entrante.
Se prevé que en la construcción se tarden cerca de cinco meses.
“Debemos cambiar la conducta de conducir a gran velocidad y no manejar bajo los efectos del licor”, indicó Chaves.
Por su parte, Sánchez señaló que no puede multar a los peatones que tendiendo cerca puentes peatonales crucen la vía sin hacer uso de la estructura. Como sucede frente al Centro Comercial Terramall, en Tres Ríos: “Se les puede hacer un llamado de atención, pero nada más”, dijo el director de Tránsito.
Ambos funcionarios indicaron que está en marcha una campaña de concientización a los caminantes para que crucen por donde exista un puente peatonal.
“Velocidad, ebriedad y el uso del cinturón son campañas que no podemos dejar”, advirtió Chaves.
“Mi historia”
Mónica UMAÑA D. / Al Día
monicau@aldia.co.cr
“Después de la tormenta siempre llega la calma, pero sé que después de ti, después de ti no hay nada. Para qué me curaste cuando estaba herido, si hoy me dejas de nuevo el corazón partío”.
Así dice una estrofa de la que fue la canción favorita de Diego Trejos, joven doctor en Farmacia que el lunes anterior no dudó en bajarse de su automóvil para ayudar a un hombre que acababa de ser atropellado en la autopista Próspero Fernández.
Se hincó junto a Fermín Joya, de
68 años, y trató de estabilizarlo. Ahí
ambos se encontraron con la muerte. Fiel a sus convicciones
intentó salvar una vida, y en ese heroíco
acto perdió la suya.
Con 24 años, su orgullo siempre fue su familia y su profesión. Su padre Fernando Trejos, presidente ejecutivo del IMAS, lo califica como introvertido; una mezcla de tímido y reservado, pero ante todo, una persona muy solidaria. Sin duda eso está más que demostrado.
Entre sus planes estaba terminar un libro de 50 páginas que ya tenía adelantado.
“Tenía 17 páginas listas, y le dijo a su novia que se iba a llamar: ‘Mi historia’”, relató.
Con el dolor de la pérdida irreparable, reconoce que los planes de Dios distaban mucho de los planes que ellos como padres tenían para su primogénito.
“Hay que hacer un llamado para todos. Ahora los muchachos han entendido que es mejor contratar un bus y no arriesgar sus vidas. Este debe ser un esfuerzo de todos los que tenemos la responsabilidad cuando nos sentamos frente a un carro. También es responsabilidad de las empresas de buses capacitar a las personas que ponen detrás de un volante. Hay que insistir en hacer más puentes peatonales y que todos entendamos que son para utilizarlos, y no ver gente cruzando debajo de un puente”, dijo Trejos.
“Cuando uno no ha sufrido las consecuencias de esto, uno piensa ‘No es conmigo’, pero cuando le toca, realmente adquiere conciencia de la importancia de que todos nos sensibilicemos, nos capacitemos, nos responsabilicemos y que debemos dejar de matarnos en las carreteras”, agregó.
Convicción
Diego tenía cerca de dos años de estar con su novia Eugenia, a quien conoció en la Universidad de Costa Rica cuando estudiaban Farmacia.
“Diego nació con vocación. A nosotros no nos extraña lo que hizo por ayudar a esa persona. A él, en el momento le nació la obligación de bajarse del carro y tratar de ayudar al señor. Aunque nos duela en el alma, sabemos que él fue fiel a sus convicciones, y a lo que nosotros como padres le habíamos enseñado”, agregó el padre.
Su madre, Marlene Corrales, considera que Diego pasó de hijo a héroe. Sin embargo, siempre verá en él al hijo que disfrutaba leyendo El Señor de los Anillos, ver Superman y ser hincha de la Juventus.
“Siempre dijo que nació en una generación privilegiada... el hombre en el espacio, el eclipse total de sol, Costa Rica en el mundial, una campeona olímpica tica, su papá realizado como político, el cambio de siglo...”, recuerda su madre.
A Diego le faltaron pocos días para escuchar a Alejandro Sanz cantar en vivo su canción favorita. Ahora, la tendrá que escucharla desde el cielo.
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