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La sal y la presión están íntimamente ligadas: cuanto más se consume, más aumenta la presión.
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Ojo con la sal
Washington/ AP. Un informe largamente esperado sobre nutrición, indica que se debe consumir poca sal, en tanto para la cantidad de agua el límite debe ser la propia sed.
“La sal está vinculada con la presión sanguínea”, dijo en su informe el Instituto de Medicina, un organismo que formula recomendaciones sobre el consumo de alimentos.
El instituto antes aconsejaba que el consumo de sal no superara los 2.400 miligramos diarios, el equivalente a una cuchara de té colmada. Ahora solicita reducir esa cantidad a 1.500 miligramos.
Si bien el peso y el ejercicio físico cumplen un papel, la sal y la presión están íntimamente ligadas: cuanto más se consume, más aumenta la presión y con ello el riesgo de enfermedades cardíacas, renales y derrames cerebrales.
El nivel de 1.500 miligramos es el adecuado para los adultos jóvenes sanos. La presión aumenta con la edad, de manera que los mayores de 50 años deben reducir el consumo a 1.300 miligramos y los mayores de 70 a 1.200 miligramos.
El Instituto de Medicina también determinó:
– La recomendación de beber por lo menos ocho vasos de agua por día es innecesaria. La persona sana recibe líquido de sobra, de sus diversas bebidas e infusiones así como de frutas y verduras.
– Es bueno aumentar el consumo de potasio, que baja la presión y reduce el riesgo de cálculos renales y pérdida de materia ósea. El banano, la espinaca, el melón y otras frutas y verduras son buenas fuentes de potasio.
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