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La joven Eylin Sánchez Treviño, oriunda de la comunidad fronteriza de Moravia de Cutris, afirma sentirse orgullosa por haber sacado a la venta, a sus 24 años, su primer material discográfico.
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Hacedora de sueños
Otto CORRALES, corresponsal / Al Día
Ciudad Quesada.- La montaña, el río y las actividades artísticas de su tierra natal, fueron parte de las motivaciones que, desde niña, impulsaron a Eilyn Sánchez Treviño a interesarse por la música.
Hoy, a los 24 años, su sueño se hizo realidad: logró grabar un disco con sus propias canciones.
El apoyo brindado por sus progenitores Raúl Sánchez y Rebeca Treviño y su capacidad interpretativa, llevaron a esta joven sancarleña, vecina de la comunidad fronteriza de Moravia de Cutris, a participar de las fiestas y celebraciones especiales de su comunidad.
Sánchez, quien admite que su pasión por la música y la guitarra son naturales, explicó que sus primeros pasos los dio viendo a otros tocar instrumentos e interpretar música, lo que le permitió ir afinando el oído.
Agregó que ella compone sus propias canciones, basadas en temas de su vida cotidiana y de su entorno, con la idea de “llevar un mensaje positivo sin importar ningún tipo de restricciones tales como la religión”.
Camino a un sueño
“La iniciativa de grabar un disco nació del corazón de Dios y del mío, luego de que participara en un festival de la canción, en Ciudad Quesada, promovido por el Canal 31, de origen religioso, donde obtuve el segundo lugar. Luego formé parte de la final nacional en Heredia y gané el tercer puesto”, relató Sánchez.
Fue después de este certamen que varias personas, entre ellas Leonel Rojas y Juan Carlos Obando, la impulsaron a producir su disco, grabado en el estudio Crescendo Records y que incluye 10 canciones, 8 de las cuales son de su propia autoría.
Eilyn recuerda lo duro que fue concretar el proyecto, pues su vida cambio radicalmente por el hecho de trasladarse desde Moravia de Cutris a Heredia y la gran inversión económica que tuvo que hacer.
Pero hoy al ver su disco a la venta, asegura que todo valió la pena y que su caso sirve de ejemplo a otras personas que, al igual que ella, proceden de comunidades distantes, y cuentan con una vocación para explotar.
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