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Confianza
Érick Martínez, fiscal del caso, afirmó ayer a Al Día confiar en que la valentía de los padres al denunciar los abusos que enfrentaron sus hijos sea recompensado con castigo para el agresor.
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“Será un caso emblemático”
Pablo GUERÉN C, enviado y Juan de Dios FLORES, corresponsal / Al Día
pgueren@aldia.co.cr
Golfito. “Este es y será un caso emblemático, porque familias muy humildes se atrevieron a denunciar algo terrible que les pasó a sus hijos. Afrontaron el tremendo dolor, que siempre les acompañará, llenos de valentía y ahora solo esperan justicia. Yo también”.
Así definió ayer a periodistas de Al Día el fiscal Érick Martínez la trascendencia del juicio que se inicia hoy para procesar a un hombre de apellido García, a quien se le imputan 14 delitos, entre violaciones y abusos deshonestos cometidos, supuestamente, contra menores de edad en la localidad de La Palma de Puerto Jiménez, en el 2000.
Martínez indicó que cuando ocurrieron los supuestos hechos, los menores tenían edades que fluctuaban entre los 8 y los 14 años.
Según dispuso el Tribunal de Juicio de Golfito, el debate judicial empezará a las 9 a.m. en el salón del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) de Puerto Jiménez, y está previsto que los jueces Vinicio Castillo, Paúl Hernández y Juan Carlos Peralta, dicten sentencia antes de las 3 p.m. del viernes.
Esta medida se adoptó, según Martínez, tras considerar que la totalidad de los supuestos afectados son vecinos del sector y personas de escasos recursos económicos.
Martínez señaló que aunque algunos de los posibles menores afectados ya no residen en la zona, sí formarán parte de los 22 testigos citados.
La historia
Según el auto de apertura a juicio, documento en poder de Al Día, el caso se remonta al 2000, cuando García pudo aprovecharse de su cargo como entrenador de un equipo infantil de fútbol en La Palma, para abusar sexualmente de los menores.
“Es terrible pensar que su hijo está entretenido, practicando un deporte, y que en verdad lo que está ocurriendo es algo muy distinto. El dolor de estas familias es grande”, expresó el fiscal.
El documento señala que el imputado interceptaba a los menores en distintos sectores de La Palma, “con la intención de abusar sexualmente” de ellos. Además, se indica que para no ser “denunciado” “en reiteradas ocasiones (…) regalaba dinero” a los menores.
También se detalla que, en determinado caso, el imputado “amenazó” a su víctima “indicándole que si contaba algo a su familia, a ella le podía pasar algo” o “a cualquiera de sus miembros”. En otro caso le habría dicho al menor que si decía algo de lo ocurrido “se las pagaría”.
Entre los menores que habrían sufrido abusos, confirmó Martínez, incluso hay algunos que presentan algún grado de retardo mental. García fue detenido por estos hechos a finales del 2000. Luego, el Juzgado Penal de Golfito le dio la libertad, sin pago de fianza, a condición de acudir cada 15 días a firmar un documento.
Sin embargo, en agosto del 2003 García desapareció y se giró orden de captura nacional e internacional en su contra.
El imputado fue capturado el 30 de setiembre del 2003 en un pequeño caserío conocido como Goli de Matina, donde se dedicaba a labores agrícolas. Se le dictaron seis meses de prisión preventiva.
“Este es un caso especial por la cantidad de involucrados y, sobre todo, que son menores. Llegó la hora de que estas familias puedan volver a dormir en paz. Sabiendo de su valentía al denunciar estos hechos, en parte, se les devolverá la alegría y no se dejará impune lo ocurrido”, dijo Martínez.
“Ojalá los padres saquen lecciones de este caso y estén claros de que hay que cuidar más a los hijos y que el silencio, en casos de abuso, en un enemigo. Los tribunales, el OIJ y hasta el 911 deben conocer la denuncia de estos hechos”, concluyó Martínez.
Un debate, dos caras
Puerto Jiménez. Pocos, muy pocos metros separan aquí en la pequeña localidad de La Palma, la casa de don Víctor y la de doña Juana. Sin embargo sus sentimientos son a esta hora muy distintos.
Don Julio es padre de uno de los 14 menores que en el año 2000 fue abusado sexualmente, presuntamente, por un hombre de apellido García, que en ese entonces era su entrenador de fútbol. Por su parte, doña Juana es la madre del imputado.
Y si su sentir es hoy más distinto que nunca, es porque a las 9 a.m., en las oficinas del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) de Puerto Jiménez, tendrá lugar el juicio por esta causa contra García. La expectativa por el caso es grande en la zona.
“Solo quiero que termine todo esto. Han sido años muy difíciles. Yo pido justicia. La vida de mi familia ha cambiado para siempre. Sobre todo la de mi hijo. No tengo lástima por él (García) porque lo que hizo fue terrible y él era mayor de edad, así que sabía lo que hacía. Claro que tengo rabia, pero me controlo por mi hijo”, relató anoche don Julio a periodistas de Al Día.
Sentir de madres
Al lado de don Julio está su esposa, madre del menor, que hoy ya tiene 15 años. “Esto ha sido terrible. Gracias a Dios mi niño está tranquilo. Yo pido ahora justicia”.
Y luego, sin contener la emoción, la madre agrega: “Esperé hasta hoy para decirle a mi niño que mañana (hoy) tenía que volver a repetir ante el juez todo lo que pasó. Y él me dijo: "Mamá yo no quiero volver a hablar todo eso. Lo que he tratado de olvidar por años no lo quiero volver a oír”.
Metros más allá está triste, nerviosa y cabizbaja doña Juana, la madre del imputado. Ella insiste una y otra vez en la inocencia de su hijo.
“Tengo tanto dolor. Yo le dije a mi hijo que no podía ir a verlo porque no resistiría. Soy una mujer mayor, enferma. Estoy tan triste. No puedo llevar preocupaciones, ni rabias y sé que mañana será un día muy difícil. Quizás el más difícil de mi vida”.
“Él es una buena persona. Es mi hijo”, concluye.
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