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Despedida
Miles de personas observaron ayer el féretro de Marco Pantani en Cesenatico (Italia).
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El último adiós
Prensa italiana dice que Pantani consumió cocaína
Cesenatico / AFP. Miles de personas desfilaron ayer por la mañana por la Iglesa de Cesenatico, para dar el último adiós al niño mimado de esta pequeña localidad balnearia de la costa adriática, Marco Pantani, campeón ciclista muerto el sábado a los 34 años.
Entre 4.000 y 5.000 personas firmaron los tres gruesos registros instalados a la entrada de la iglesia San Giacomo Apostoli, donde los restos del corredor yacen en un ataúd cerrado cubierto de rosas blancas, indicó a la AFP un responsable de la parroquia.
Pantani “era nuestro orgullo, lo quisimos mucho”, dijo Vanda, de 78 años, una habitante de la localidad ajena al mundo del ciclismo.
Pantani fue hallado muerto el sábado pasado en un hotel de Rimini -una veintena de kilómetros al sur de Cesenatico, también sobre la costa adriática-, víctima de un edema cerebral y pulmonar, según los primeros resultados de la autopsia efectuada el lunes.
En el marco de la investigación por la muerte del ciclista, la justicia italiana anunció la apertura de una instrucción para hallar a la persona que le habría vendido estupefacientes al corredor, lo que permite suponer que su muerte está relacionada con un delito y con el consumo de cocaína.
“Dicen que Marco se había convertido en toxicómano”, publicó La Stampa en un artículo titulado “un falso amigo vendió cocaína a Pantani”.
“El Pirata muerto por la cocaína”, señaló La Repubblica, para la que, según “una importante oficina de la fiscalía” de Rimini, “los rastros de polvo blanco encontrados en la habitación eran cocaína”.
En la zona de Rimini, “la cocaína no es un estupefaciente, es el símbolo de un estatus”, agregó La Repubblica.
Rimini es la estación balnearia italiana más grande del Adriático, célebre por sus discotecas y frecuentada por miles de jóvenes.
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