Violenta colisión
deja tres muertos
Elaboraron
está información: Alejandra MADRIGAL A
y los corresponsales Rolando ÁVILES, Mildred
MARÍN, Ronny SOTO y Carlos SALAZAR. Colaboró
Édgar GRANADOS.
En
este lugar, seis kilómetros después del
cruce de San Ramón, quedó la huella de
la tragedia.
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El jeep
Cherokee quedó despedazado, luego de chocar
contra el furgón que se observa atrás.
Los cuerpos de Rocío Cruz, de 34 años,
Jimmy Carrillo, de 50, y Carlos Baldioceda, de
24 años, yacen en un vehículo del
OIJ de San Ramón. Al percance sobrevivieron
el esposo de Rocío, Jhon Alvarado, de 38
años, y su hijo Emerson, de 4. Rolando
ÁVILES/ Al Día |
Un
jeep Cherokee quedó casi partido en dos. Tres
de sus cinco ocupantes fallecieron, luego de que colisionó
contra un tráiler ayer, a las 6:45 a.m, según
informó la Policía de Tránsito.
En la Cherokee placa 404943, marrón, viajaba
el administrador de la Agencia Purdy Motor en Liberia;
John Alvarado Rojas de 38 años, su esposa Rocío
Cruz Espinoza, de 34 años, y el hijo menor de
la pareja de nombre Emerson, de 4 años. Eran
acompañados por Jimmy Castillo Álvarez,
de 50 años, y Carlos Esteban Baldioceda, de 24
años.
Baldioceda era compañero de trabajo de Alvarado
y Castillo les había pedido que lo trasladaran
hasta San José. Venían de Liberia y se
dirigían a Grecia.
Los designios de la vida hicieron que luego de la violenta
colisión contra el camión pesado, sobrevivieran
padre e hijo y muriera en el sitio la madre del pequeño
Emerson y esposa de Alvarado, Rocío Cruz, junto
con Castillo y Baldioceda. Este último era quien
conducía el automóvil.
Los tres quedaron prensados entre las latas retorcidas
del vehículo y la labor de sacar los cuerpos
tardó dos horas y media. Wárner Rodríguez,
jefe de la estación de Bomberos de San Ramón,
explicó que tuvieron que hacer uso de equipo
hidráulico para rescatar los cuerpos.
Según
Tobías Alfaro, de la Cruz Roja, recibieron la
alerta a las 6:48 a.m. Al llegar al lugar tomaron los
signos vitales y certificaron la muerte de las tres
personas, producto de lesiones y trauma cráneo
encefálico. La mujer es vecina de Santa Gertrudis
de Grecia, pero vivía en Liberia, lo mismo que
los hombres que murieron.
Sol
fatídico
Informes preliminares de la Policía de Tránsito
y agentes OIJ de San Ramón, indicaron que el
accidente, al parecer, no se produjo por exceso de velocidad,
ni falso adelantamiento. La versión inicial indica
que Baldioceda, conductor de la Cherokee, al hacer el
ascenso en una curva fue encandilado por el sol, lo
que podría haber ocasionado que perdiera el control
del vehículo y se saliese de la vía topándose
de frente con el tráiler.
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La
parte izquierda del tráiler conducido por
Jesús Muñoz quedó muy dañada.
El eje de la llanta delantera se desprendió
y el tanque de combustible sufrió una gran
ruptura. Rolando ÁVILES / Al Día |
El conductor del tráiler Jesús Muñoz
Vásquez de 32 años, vecino de Limón,
dijo ayer a las autoridades judiciales que no observó
en ningún momento que la Cherokee viniera rayando
otros carros. El hombre se dirigía a Liberia
a traer melones.
“Me
encontré de frente con el vehículo cuando
invadió el carril. No pude hacer nada, ni detenerme
en el instante”, afirmó Muñoz. (Ver
nota aparte).
Agentes del OIJ explicaron que producto del choque,
Alvarado y su hijo se salvaron de milagro, pues viajaban
al lado derecho. El administrador viajaba con el cinturón
de seguridad y su hijo venía de pie en la parte
trasera, agarrado de su padre.
Oslin Acuña Venegas, oficial de tránsito,
indicó que en la zona se halló una huella
de arrastre de 15 metros y el derrame en unas 50 metros
del combustible del furgón.
El derrame se produjo porque la Cherokee arrancó
el eje delantero del furgón y rompió el
tanque de combustible. Sin embargo, se hizo el decomiso
y levantamiento de algunas evidencias para los análisis
de peritos de tránsito del OIJ, con el fin de
establecer bien la causa.
Viaje
final
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Charles
Alvarado visitó a su hermano Jhon en el
Hospital de San Ramón. dijo que su pariente
está bien de salud y tranquilo de verse
con su hijo al lado, pero con el dolor de haber
perdido a su esposa. Róger BENAVIDES /
Al Día |
Alvarado
y sus compañeros
de trabajo se dirigían hacia una reunión
en las oficinas centrales de la empresa en San José.
La cita era a las 8:30 a.m.
Mientras que la madre y su hijo se quedarían
en Grecia, en casa de la mamá de la mujer fallecida
y allí pasarían el fin de semana. El administrador
tenía 20 años de trabajar en esa empresa
y cuatro de haberse trasladado a Liberia.
Por su parte, Baldioceda estaba próximo a cumplir
un año de laborar en la compañía
y ayer recibiría un premio por alcanzar ventas
importantes de repuestos en la agencia de Liberia. Alvarado
y su hijo fueron trasladados en estado amarillo (delicado
pero estable), hasta el hospital de San Ramón,
donde permanecen bajo cuidados médicos.
Al hombre se le informó de la muerte de su esposa
a las 11 a.m, cuando estaba en compañía
de algunos familiares y personal médico. Ambos,
dijo el doctor José Martínez, jefe de
la unidad de emergencias, “están bien”
y están uno al lado del otro en observación.
Se prevé que ambos tengan la salida hoy al cumplir
24 horas.
Un
matrimonio ejemplar
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Rocío
Cruz falleció ayer, luego de que el carro
en que viajaba, chocó contra un furgón.
En la fotografía con su hijo Emerson de
4 años. El pequeño sobrevivió
al impacto. Reproducción Róger Benavides
/ Al Día |
Dos
familias oriundas de Santa Gertrudis Sur y San Roque
de Grecia están unidas por lazos sanguíneos.
Ayer uno de e sos vínculos se quebró,
con la inesperada muerte de Rocío Cruz, de 34
años, en un accidente de tránsito. Junto
con ella fallecieron Carlos Baldioceda y Jimmy Castillo,
amigos de su esposo John Alvarado cuando ascendían
hacia Grecia, provenientes de Liberia.
Ellos viajaban en un jeep Cherokee y chocaron contra
un tráiler. En el carro también iba el
hijo menor de la pareja, Emerson, de 4 años,
quien junto con su padre sobrevivió de milagro.
La mujer hacía 15 años se había
casado con Alvarado, quien para ese entonces era vecino
de San Roque de Grecia.
Ahora ambos vivía junto con sus hijos Jefferson,
de 13 años, y el pequeño Emerson, en Liberia.
Allí Alvarado se desempeñaba como administrador
de la Agencia de la Purdy Motor. Según contó
Guillermo Cruz, su hermana, había llamado a su
mamá el día anterior para decirle que
llegaría a cuidarla, luego de que a la señora
le aplicaron quimioterapia, pues padece de cáncer.
“Tenían un matrimonio ejemplar. Mi hermana
era una gran persona excelente, alegre, buena madre,
hermana, hija y esposa”, recordó al momento
que las lágrimas lo traicionaron. Su dolor le
permitió seguir y afirmó: “Era quien
organizaba cuanta fiesta había en la familia.
Se encargaba de llamar a todos”.
El hijo mayor de la pareja, Jefferson se dio cuenta
del accidente cuando estaba en el Instituto de Liberia.
En tarde era llevado a la casa de la familia de su madre.
Hombre
fuerte
Mientras
el desconsuelo reinaba en la casa de Rocío, los
familiares de Alvarado le daban apoyo en el Hospital
Carlos Luis Valverde Vega de San Ramón.
Gilberto Alvarado, padre de John, recordó cómo
su hijo le informó el sábado que ayer
dejaría a su esposa y al niño con la madre
de Rocío, en San Roque de Grecia.
“Regresaría el próximo sábado,
con Jefferson para recogerlas y volver el domingo”,
contó. Franklyn Vargas, empleado de la Purdy
Motor, aseguró que Alvarado ha sido un trabajador
ejemplar y goza de gran confianza” pues empezó
a trabajar cuando tenía 18 años.
El paso más difícil se dio a las 11 a.m.,
cuando estando en hospital los médicos le comunicaron
a Alvarado la muerte de su esposa. Según Charles,
hermano del Alvarado, John lo sospechaba por el silencio
del personal.
Al Día tuvo acceso al pasillo donde estaba Alvarado
cuando era atendido en Psiquiatría Social. Con
él oraró el personal médico, pues
el hombre imploraba a Dios por la salud de sus familiares.
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