Menores ratifican abusos
Pablo GUERÉN CATEPILLAN/ Al Día
Puerto Jiménez.- La de ayer fue una jornada difícil
y tensa en esta localidad sureña. Entre las 9:24
a.m. y las 2:45 p.m. cinco personas, cuatro de ellas
menores de edad, ratificaron en el juicio que se inició
este día haber sido víctimas en el 2000
de violaciones o abusos deshonestos por parte de un
hombre de apellido García.
Así lo confirmó a Al Día el fiscal,
Érick Martínez, y lo corroboraron en sus
testimonios lleno de dolor y crudeza ante los jueces,
los padres de tres de esos menores. Estos últimos
declararon en forma privada ante los jueces y los abogados
de las partes.
El imputado, quien está acusado de un total de
14 cargos de violación y abusos deshonestos con
tra ocho menores, se abstuvo de declarar ante los jueces
Vinicio Castillo, Paúl Hernández y Juan
Car los Peralta, miembros del Tribunal de Golfito. Es
la primera vez que esta instancia judicial se traslada
a otra ciudad, debido a los escasos recursos de los
denunciantes. El imputado se mostró tranquilo
durante todo el debate.
El acusado llegó a las 9 a.m. en un vehículo
policial (perrera) que lo trajo desde Pérez Zeledón.
Un hombre de apellido Picado, padre del único
mayor de edad que también ratificó ayer
haber sido víctima durante su infancia de abusos
deshonestos de parte de García, fue detenido
por efectivos de la Fuerza Pública tras su comparecencia.
Los jueces aceptaron la solicitud que en ese sentido
plan teó el fiscal Martínez, quien acusó
a Picado de “falso testimonio”.
En su comparecencia Picado aseguró que tanto
él como su hijo, quien presenta un retardo mental,
no recordaban nada de lo ocurrido en el 2000. Empero,
tras la versión del padre declaró su hijo,
quien relató con detalles los supuestos abusos
en su contra cometidos por García.
Incluso, la víctima señaló a los
jueces que pocos minutos antes de comparecer su papá
le dijo que “guardara silencio, porque no quería
más problemas y quería arreglar esto de
otra forma”. Picado que dó detenido en
la delegación de Puerto Jiménez y en las
próximas horas será puesto a disposición
de la Fiscalía de Golfito.
Tensión y dolor
A las 8:30 a.m. la tensión
rondaba en las afueras del salón del Ministerio
de Ambiente y Energía (MINAE) de Puerto Jiménez.
Ahí padres e hijos compartían el nervio
previo al inicio del juicio.
A esa hora, tres personas de apellidos Solano, Santamaría
y Cortes, padres de menores supues tamente agredidos,
recordaron con dolor el origen de los hechos en el 2000,
cuando García pudo apro vecharse de su cargo
como entrenador de un equipo de fútbol en la
localidad de La Palma, a 22 ki lómetros de Puerto
Jiménez, para abusar sexualmente de los menores.
“Sé que en pocas horas al fin tendré
algo más de paz en mi corazón de padre”,
expresó Santamaría.
Cuando ocurrieron los supuestos hechos, los menores
tenían edades entre los 8 y los 14 años.
“Ha sido muy duro escuchar a los menores sin poder
contener las lágrimas y recordar la pesadilla
que vivieron. Pero al escucharlos con su valentía
hemos avanzado mucho y siento que estamos a horas de
que se haga justicia”, expresó el fiscal
Martínez.
Óscar González, defensor de García,
prefirió no emitir mayores comentarios pues “sería
un poco precipitado”.
El juicio continuará hoy a las 8 a.m. con la
comparecencia de otras 12 personas, varias de ellas
menores supuestamente víctimas de García.
Se espera sentencia para la tarde.
Tristes
Agresivos, distraídos, bajas
calificaciones y, sobre todo, tristes. Así definieron
en duros testimonios tres personas de apellidos Solano,
Santamaría y Cortes, el estado actual de sus
hijos, menores que su puestamente fueron víctimas
de violaciones y abusos deshonestos por parte de un
hombre de apellido García, durante el 2000.
Los tres hombres declararon ayer al iniciarse el juicio
por esta causa, ante los jueces del Tribunal de Golfito
que se trasladó a Puerto Jiménez.
Confirmaron las versiones de los hechos dadas por sus
hijos, que están citadas en el auto de aper tura
a juicio, documento en poder de Al Día.
El documento señala, y los padres confirmaron,
que el imputado interceptaba a los menores en distintos
sectores de la localidad de La Palma, “con la
intención de abusar sexualmente” de ellos.
Ade más, en algunas oportunidades les “regalaba”
u ofrecía dinero por su silencio.
En otros casos, añadieron los padres y se confirma
en el documento, el imputado habría amena zado
con represalias a la víctima o a su “la
familia” para consumar los hechos. Se agrega en
el texto que entre los menores que habrían sufrido
abusos hay algunos que presentan algún grado
de retardo mental y otros sufrieron heridas en sus partes
genitales.
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