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FUEGO Un grupo de rusos observaba ayer un vehículo incendiado en un masivo ataque de rebeldes chechenios, ayer en el sur de Rusia, con saldo de al menos 57 muertos. AP/Al Día
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Masacre ayer en Rusia
Chermen, Rusia/AP. Miles de soldados rusos irrumpieron ayer en Ingushetia en persecución de rebeldes chechenios que incendiaron edificios policiales y gubernamentales, y mataron por lo menos a 57 personas.
Entre los muertos había 47 funcionarios y agentes judiciales, informó la agencia noticiosa ITAR-Tass, citando declaraciones de Beslan Khamkoyev, ministro interino del Interior de la república de Ingushetia.
La incursión de los chechenios en Ingushetia, deja en relieve el fracaso de los militares rusos de vencer a los separatistas de la vecina Chechenia, después de cinco años de combates, y provocó nuevos temores de que la violencia pudiera propagarse a otras partes del sur de Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, disgustado, ordenó a las autoridades a que “encuentren y acaben con los atacantes”.
“Aquellos a los que se pueda atrapar que sean tomados vivos y que se les lleve ante la justicia”, dijo Putin en una reunión del Kremlin con los jefes policiales y de seguridad, en declaraciones transmitidas por la televisión estatal.
La incursión ocurrió en medio de preparativos para las elecciones de agosto en Chechenia para reemplazar al presidente Ajmad Kadirov, quien murió en un atentado.
El asesinato de Kadirov es considerado como un tremendo revés a los esfuerzos de Putin de llevar estabilidad a la conflictuada Chechenia.
Poco antes de la medianoche del lunes, un centenar de combatientes armados con lanzagranadas y lanzacohetes atacaron el Ministerio del Interior en Nazran y los puestos fronterizos situados en el lugar y en otros dos pueblos de la frontera con Chechenia, Karabulak y Yandare, dijeron funcionarios de emergencia.
“En todos los lugares que estuvimos había gente armada, unos en uniforme y otros no, y uno no sabía a qué lado pertenecían”, relató un bombero de Nazran, que sólo se identificó como Aslan.
Las autoridades rusas enviaron refuerzos poco después de la madrugada del martes.
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