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Una menos
Con la renuncia de Esmeralda Britton como ministra de la Condición de la Mujer, el gabinete de Pacheco suma 12 bajas ministeriales.
Foto Ilustrativa/Al Día
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Britton deja ministerio Mercedes AGÜERO ROJAS
maguero@aldia.co.cr
La ministra de la Condición de la Mujer y presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), Esmeralda Britton, renunció ayer tras un informe sobre supuestos excesos en sus gastos de representación.
La Auditoría Interna que elaboró el estudio además informó al Consejo de Gobierno que Britton no cumplía con los requisitos para ocupar la presidencia ejecutiva, pues es bachiller profesional. La Ley del INAMU exige licenciatura para ese cargo.
Este último tema no trascendió ayer cuando el presidente Abel Pacheco informó a la prensa sobre la renuncia de Britton y su aceptación.
La auditora interna del Instituto, Ema Alfaro, confirmó a Al Día que el viernes envió una nota informando al Consejo de Gobierno sobre la condición curricular de Britton.
En la misma sesión ayer, el Consejo nombró, por un mes, en forma interina y ad honorem, a la secretaria de ese órgano, Marta Lora, para ocupar la vacante en el INAMU.
Al Día intentó hablar con Britton, pero no contestó los mensajes enviados a su bíper. Vinos, lavacar, flores...La Auditoría Interna del INAMU analizó las facturas por gastos de representación tramitadas en esa entidad de mayo del 2002 al 11 de febrero del 2004. Estas suman ¢1,9 millones.
Los gastos de representación son un beneficio laboral que se le concede a funcionarios de alto rango en función del cargo que ocupan. Son ocasionales y se le reconocen al jerarca, con motivo de atenciones oficiales que ofrezcan a personas o entidades ajenas a la institución. En el caso del INAMU, la única persona autorizada para hacerlos es su presidenta ejecutiva. Esto no cubre sus gastos de carácter personal, algo que habría irrespetado Britton, según el estudio.
El informe de Auditoría, del cual Al Día tiene copia, revela que la exfuncionaria habría contemplado como gastos de representación: consumo de vinos, lavado de carro, un rollo de película, flores y compras en supermercados.
Otra de las irregularidades señaladas es que en ciertos casos lo gastado excede el monto autorizado. En el 2003 el límite eran ¢67 mi mensuales, pero en enero la funcionaria habría gastado ¢129 mil. ¿Renuncia o despido?“Le dije (a Esmeralda) aquí están estas facturas. ¿Dígame usted cómo es la cosa? Ella lo que me dice es que todo está en orden, que todo está correcto, y ojalá que sea así. Después de eso me renuncia”, comentó el presidente Pacheco al ser consultado por periodistas sobre si había pedido a Britton dejar el cargo.
Posteriormente, el mandatario enfatizó que los hechos atribuidos a Britton serán investigados.
“ ... Ahora es al INAMU al que le toca investigar porque es una institución autónoma y debe ser la Auditoría Interna el órgano que lo haga”, dijo.
La auditora, Ema Alfaro, explicó que el informe acompañado de una relación de hechos en la cual se solicita abrir los procedimientos correspondientes, primero fue remitido a la junta directiva de la Institución, pero se lo devolvieron indicándole que no tenían potestad para indagar a Britton. Los directivos alegaron que la funcionaria fue nombrada por el Consejo de Gobierno y era ese órgano al que le correspondía abrir la investigación.
Dos funcionarios más relacionados con la tramitación de las facturas están bajo investigación.
“Si me lo mandan se los devuelvo con una nota informándoles lo que dice la Ley”, dijo anoche la Auditora.
Asimismo, explicó que la secretaria del Consejo fue quien le pidió una copia certificada de todas las facturas analizadas.
Al Día supo que también la Contraloría General de la República indaga el alquiler (unos ¢7 millones mensuales) del edificio que paga el INAMU en Granadilla de Montes de Oca.
Bajo escrutinio Fuente: Informe de Control de Gastos de Representación, INAMU.
Algunos gastos cuestionados por la Auditoría Interna:
Compras de almuerzos personales. En 23 de las 109 facturas analizadas se detalla servicio de restaurante para una sola persona.
Artículos no contemplados.
Se reportó recibos por lavado de carro, compra de adornos navideños para una asociación de mujeres, un rollo de película, compras en supermercado.
Información contradictoria entre la persona que, según la factura, fue atendida y la que indica el memorando con la liquidación.
Facturas que superan el límite mensual de los gastos. Para el 2003, el límite era de ¢67 mil mensuales. No obstante, en enero de ese año se gastaron ¢129.180; en abril, ¢81.080; y en setiembre, ¢86.850.
En 78 de las 109 facturas no se identifica claramente a la persona o personas que recibieron la atención.
Contradicción entre el lugar de la factura y el detalle de las personas atendidas.
En 34 facturas los montos consignados y la cantidad de personas que se detallan en la atención, hacen dudar de su legitimidad.
46 facturas fueron canceladas posteriormente al servicio. Es decir, se solicitó crédito.
En seis facturas se consigna compra de licores, principalmente, vino tinto. Una de éstas es por ¢117.772 por compra de licor.
Tres facturas por compra de comida rápida.
Varias facturas corresponden a restaurantes ubicados en Limón, lo que denota un marcado énfasis respecto al resto del país.
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