Mirar hacia el futuro Yolanda Hurtado Jiménez
Muchas personas dan vueltas alrededor de un mundo que ya pasó, y usan frecuentemente frases como “en mis tiempos…”, “antes era mejor porque…”, “sufrí tanto en mi niñez…”, “me sentía mejor porque acostumbraba…”, y otras expresiones por el estilo.
La fijación en el pasado hace que muchos se pierdan este “hoy” cargado de posibilidades para crear, evolucionar y ser mejores. Debemos cuidarnos de que ni el dolor del pasado ni la experiencia del presente, por más confortable o difícil que ésta sea, nos limiten la visión del mañana, pues las personas con un claro futuro luchan por alcanzar una cima.
Esa lucha les genera tensión de la mejor, les abre el horizonte al éxito y a la realización, les arrebata el individualismo y conduce a crear un mañana en que otros participen de sus beneficios.
Tenemos que ensanchar nuestra mirada, y eso implicará muchas cosas: esforzarnos con sentido, no disfrutar el fruto sin antes haberlo sembrado (algo muy común dentro de la filosofía ligth), estar dispuestos a pagar el precio de algún sacrificio, visualizar nuestra vejez y prepararnos para ella, y no gastarnos todo hoy, pues hay un mañana esperándonos. Lo anterior es todo un reto en una sociedad locamente consumista.
Visualiza tu mañana. Desde donde estás, prepárate para influir en tu vida, en tu país y en el mundo, pues solo las mentes estrechas creen que nada hay que agregar.
Una visión de futuro garantiza un desarrollo planificado y solidario a personas y pueblos. En cambio, la improvisación y el estancamiento son enemigos de la evolución humana.
Tu vida es muy valiosa como para convertirla en un acto irresponsable de improvisación.
¡Sé una persona generadora de metas!
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