Viernes 5 de marzo, 2004. San José, Costa Rica.



 

Dupla manuda

Julio César BUSTOS

Cuando se intentan conseguir entrenadores extranjeros para continuar el proceso que tuvo Jorge Luis Pinto en la Liga con mucho éxito, se espera mínimo que el rendimiento sea igual o parecido.

Pero los técnicos que estuvieron a cargo del equipo manudo, posteriormente, fueron un verdadero fracaso. Entonces el resultado es que el proceso sufre la interrupción normal y se tiene que iniciar uno nuevo.

Y aquí es donde aparecen Javier Delgado, Mauricio Montero y ayudantes para iniciar un “nuevo proceso”, se supone.

Pero por declaraciones de todos los involucrados, lo que se quiere es “experimentar” durante lo que resta del torneo con este nuevo cuerpo técnico, para observar el desarrollo del equipo y luego establecer qué se debe hacer.

Pero lo importante de este nombramiento, es que dentro de los grandes problemas que ha vivido el cuadro manudo, los dirigentes observaron hacia adentro, en busca de una solución transitoria a sus errores.

Porque recordemos que cuando Enrique Vásquez se hizo cargo del equipo, detectó los problemas existentes en el aspecto físico, técnico, táctico y psicológico.

Pero con el nombramiento de Jorge Mario Olguín, se cortó el trabajo de “Quique”. Las conclusiones ya se conocen.

Javier Delgado tiene un gran escollo por solucionar, estamos hablando del aspecto mental de los jugadores.

Durante el torneo actual pasaron varios entrenadores con características individuales de trabajo diferentes.

En el equipo se hizo un total desorden en los aspectos defensivos y ofensivos, provocando mucha indecisión entre los jugadores, que se refleja dentro del terreno de juego.

Por todo esto, la dupla Delgado-Montero, inicialmente tiene que trabajar arduamente de acuerdo a un plan general y otro específico, para introducir su idea a los jugadores.

Hay que empezar a mostrar en el terreno un gran rendimiento, para que nuevamente sean protagonistas, pero en forma positiva.

Pero, ¿los dirigentes le darán tiempo a Delgado y Montero, para que saquen al equipo de ese bache?

¿O por el contrario, los están utilizando para apaciguar a los aficionados de la frustración del mal rendimiento? Eso sólo el tiempo lo dirá.

Eso sí, los resultados que obtengan en lo que resta del torneo, si es que los dejan terminar, dirán lo que Delgado y Montero mostraron como entrenadores de los erizos.

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