|
Visión
TLC con el Caribe Anabel González
Esta semana el Presidente Pacheco firmó en Jamaica el tratado de libre comercio (TLC) entre Costa Rica y los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM). Este acuerdo se une a los ya suscritos con los países centroamericanos, México, República Dominicana, Chile y Canadá, así como al recién concluido TLC con Estados Unidos, para convertir a Costa Rica en el país con más tratados comerciales en el continente americano.
Esto abre grandes oportunidades para productores y consumidores costarricenses. En el caso de los primeros, podrán contar con un mercado mucho más grande para vender sus productos. Así, en lugar de 4 millones de personas, tendrán acceso, libre de aranceles, a un mercado de cerca de 450 millones. En el caso de los segundos podrán disfrutar de bienes procedentes de más de una veintena de países sin pagar impuestos de importación.
El TLC con el CARICOM es un caso interesante por varias razones. Primero, este acuerdo se negoció con un país de la región -Trinidad y Tobago-. Concluida la negociación, los restantes 12 miembros decidieron que era importante que ellos también formaran parte del acuerdo y tomaron la decisión de adherirse al mismo.
Segundo, aparte de un tratado relativamente limitado que estos países tienen con República Dominicana, éste es el primer TLC suscrito por los países del CARICOM. Más allá de la ventaja temporal que esto pueda otorgar a los productores costarricenses, este acuerdo marca un cambio en los países del Caribe, ahora más dispuestos a avanzar en su proceso de vinculación con el mundo.
Tercero, este es el primer convenio comercial que Costa Rica negocia con países que se consideran a sí mismos en condiciones de menor desarrollo relativo. Por tal razón, Costa Rica acordó otorgarles un tratamiento preferencial a los productos procedentes de las islas más pequeñas.
El TLC con el CARICOM es un tratado más sencillo que otros suscritos por Costa Rica, centrado en el tema de comercio de bienes. En este campo, el TLC otorga acceso libre de impuestos de importación, en forma inmediata, a un 94% de los productos, en ambas vías.
Dentro de los productos costarricenses que mayores oportunidades podrán encontrar en ese mercado destacan una gran cantidad de bienes agrícolas para los cuales se logró negociar libre acceso durante determinados meses del año como papa, cebolla, tomate, repollo, chile dulce, pepino, yuca y muchos otros. También podrán ingresar a este mercado sin pagar aranceles el queso y otros derivados lácteos, preparaciones para la alimentación infantil, alimentos para animales, textiles, manufacturas de plástico y productos electrónicos.
Nosotros, por nuestra parte, podremos comprarles gasolinas y otros tipos de combustibles, gas natural, sulfatos de aluminio y una gran gama de materias primas e intermedias derivadas de la industria petrolera.
Como lo manda nuestra Constitución Política, una vez firmado por el Poder Ejecutivo, el TLC deberá ser remitido a la Asamblea Legislativa para que los señores diputados lo analicen y determinen si, en su conjunto, es un acuerdo beneficioso para el país. Si así lo consideran, es de esperar que lo voten afirmativamente, abriendo así con ello una puerta más para Costa Rica.
|
