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Pintando esperanzas
Con lápices de color, papel y una cobija como pupitre, varios niños dibujaron ayer, a las 11 a.m., sus esperanzas a un costado de la Catedral Metropolitana. Sueñan con regresar a sus hogares.
Rafael PACHECO/Al Día
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Campesinos insisten en tierra Érick CARVAJAL MORA
ecarvajal@aldia.co.cr
La pequeña mano de Noel dibujaba una linda casa, rodeada de montañas verdes y cielo azul. Tendido en la acera, al costado sur de la Catedral Metropolitana, cumplió ayer, 12 días y 11 noches en el templo josefino.
No sabe si tendrá algo para comer hoy o mañana, pero junto a 120 adultos y 15 niños más, lo único que pide es un pedazo de tierra en Bambuzal, en Sarapiquí de Heredia.
El domingo 25 de abril, decenas de campesinos tomaron la Catedral como protesta ante el desalojo que sufrieron en Bambuzal por parte de efectivos de la Fuerza Pública.
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Sueño infantil
El pequeño Yacdany Mora dormía ayer, a las 11:10 a.m., en una de las espumas, en la Catedral Metropolitana.
Rafael PACHECO/Al Día
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Muchos de los que se encuentran aquí huyen de las medidas cautelares dictadas por las autoridades.
La mano de Noel sigue dibujando, levanta su cabeza y suspira: “Me gustaría volver a Bambuzal”.
Noel y sus amigos duermen en decenas de espumas que durante el día acomodan a un costado de la Iglesia, para no interrumpir el paso.
Estas delgadas camas son las únicas que les sirven para disimular el intenso frío y detener el frío que se mete a la iglesia capitalina . “A las 6:30 p.m., cuando termina la última misa ya estamos haciendo nido”, dijo María de los Ángeles Muñoz, quien dejó a sus dos hijos cuidando el ranchito en Bambuzal.
“No es fácil estar aquí. Estamos cansados, pero no vamos a dar un paso atrás”, manifestó.
Estas 120 personas y 16 niños sobreviven gracias a la mano de la caridad. Con lo que les llega a dejar la gente buscan algún comercio vecino donde puedan cocinar. Hay un baño y dos servicios sanitarios.
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Protesta pública
Carteles de protesta se pueden leer todos los días al frente de la Catedral. Ayer, a las 11:30 a.m., estos campesinos de Bambuzal se manifestaban en las gradas del templo.
Rafael PACHECO/Al Día
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“La necesidad se respira en todos lados, pero en Bambuzal es mayor. Sólo queremos que se resuelva el juicio agrario y volver a nuestras casas”, indicó Ileana Murillo, dirigente del movimiento.
Dentro de la Catedral es fácil reconocerlos. En la entrada de la Iglesia hay tres sosteniendo pancartas en favor del movimiento; adentro, al lado derecho, están las espumas y sus pocas pertenencias.
Durante las misas muchos salen y otros se quedan, caminan por la Catedral, hay zozobra en el ambiente. “Somos gente de campo aquí nos sentimos maneados”, señaló Murillo.
Según la dirigente campesina, la próxima semana es probable que se dé una resolución del juzgado agrario. “Por ahora, nos dijeron, que podíamos quedarnos en la Catedral, vamos a esperar qué pasa”.
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