Sábado 8 de mayo, 2004. San José, Costa Rica.



 

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Empleados de la Real Fábrica de Tapices de Madrid trabajaron el miércoles en la elaboración de una alfombra, que la Asamblea de Madrid encargó como regalo de bodas.
EFE/Al Día

Todo se vale

Los regalos de la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz son curiosos, originales y típicamente sabrosos

Madrid / AFP. Felipe de Borbón y Letizia Ortiz han recibido un sinnúmero de regalos con motivo de su inminente boda, el próximo 22 de mayo en Madrid: desde obras de arte hasta el aceite de oliva que se consumirá en el banquete, pasando por una trufa de 4.500 euros y una pareja de burros.

“A no ser que sean una extravagancia, todos los regalos son aceptados”, afirmó un portavoz de la Casa Real, que no estaba en condiciones de precisar con exactitud cuántos regalos han recibido los futuros esposos en los meses transcurridos desde el anuncio de su compromiso de matrimonio, a principios de noviembre de 2003.

Quizá por sobriedad, varios gobiernos regionales regalarán a la pareja esculturas de artistas locales, como el caso de Murcia, que eligió una obra de Gonzalo Beltrán, de tamaño pequeño-mediano, con el deseo de que integre la decoración interior de la futura residencia de los príncipes de Asturias.

Un deseo similar abriga el escultor canario Martín Chirino, pues la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria obsequiará a la pareja una de sus obras.

El gobierno de Cantabria les regalará una campana de bronce de 800 kilos, obra de artesanía de una familia de la localidad de Gajano, que la bautizará con el nombre de “Virgen Bien Aparecida”, pensada para ser instalada en los jardines de la futura morada de Felipe y Letizia.

El gobierno de Castilla y León prefirió una lujosa cristalería de diseño exclusivo formada por 192 piezas y valorada en 6.000 euros elaborada en la Real Fábrica de Vidrio de La Granja, que data de 1746 y de cuyos históricos hornos salieron piezas en cristal tallado, opalina y vidrio destinados a muchos palacios españoles.

Muy típicos

La boda del príncipe Felipe es también una ocasión ideal para poner de relieve la múltiple artesanía típica de la geografía española y en especial la del principado de Asturias, tierra natal de Letizia Ortiz.

El gobierno regional les ofrecerá un camino de mesa de encaje de malla, típico de la villa marinera de Luanco, confeccionado por una artesana local. La localidad de Llanes, cerca de Oviedo, donde nació Letizia Ortiz, les obsequiará los trajes representativos con bordados, abalorios y pedrería, que pesan más de 30 kilos cada uno y cuyo valor se eleva a más de 7.000 euros.

El pueblo de Navelgas, localidad de bateadores, que conocen perfectamente las mejores zonas para la búsqueda del oro en el río homónimo, ofreció el metal precioso que se utilizará para confeccionar las alianzas de matrimonio.

En Lagartera, todas las bordadoras de ese pueblo toledano participan “día y noche” en la confección de un juego de mantelería de 3 metros de largo por 1,70 de ancho, ideal para 15 comensales, con sus correspondientes servilletas en “hilo fino”, indicó la Asociación de Artesanos.

La Asociación para la Defensa del Borrico (ADEBO), con sede en Rute (Andalucía), confía en que los futuros esposos visiten a los burritos, que se llaman “Ruiseñor” y “Calandria”.

Para saborear

Como no podía ser de otra manera en España, donde la gastronomía tiene un lugar privilegiado, el enlace principesco ha sido también motivo de muchos regalos para saborear.

Será el caso de la trufa que un frutero madrileño compró en una subasta en una feria gastronómica por 4.500 euros, de la especie más cara del mundo. Las localidades de Beda y Ubeda en Andalucía, región líder en el cultivo de olivos, ofrecieron su aceite de oliva virgen extra para el banquete de la boda que se servirá a unos 1.400 invitados en el Palacio Real.

Mientras, una asociación de esa región ofreció enviar 50 kilos de aceitunas para el aperitivo real, la localidad de Vinarós, en (Valencia, este), ofreció 300 kilos de langostinos. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja ofreció un vino gran reserva para regar el menú de la boda.

El obsequio atrevido para la novia llegó desde San Sebastián, pues una tienda de lencería de esa ciudad vasca envió a Letizia Ortiz una liga cosida con pedrería elaborada a mano.

La Casa Real lleva la “contabilidad” de todos los regalos recibidos y responde a cada uno de los remitentes. “Naturalmente contestamos a todo el mundo”, precisó un portavoz del palacio de La Zarzuela.

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