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Imagen ilustrativa/Al Día
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Consulta psicológica
Mundo interior Yolanda Hurtado
Me considero una persona bastante insegura y cada vez que hago el intento de hacer algo por mi vida, me invaden pensamientos de fracaso.
R/ Está demostrado que la mente tiene un alcance enorme y en ella podemos crear las acciones más positivas o las más negativas, convirtiendo esos pensamientos en actos con poder. Freud decía que éramos responsables no solo de nuestro consciente, sino también de nuestro inconsciente y muestra así la importancia de cuidar lo que pensamos y lo que cultivamos desde dentro. La inseguridad ciertamente provoca un sentimiento de “seguro yo no puedo”, “es muy difícil”, “yo no merezco lograrlo”, “debo conformarme”, etc…Todos, pensamientos autodestructivos, descalificantes y reflejo de que se tiene un concepto personal pobre que le ha hecho creer que usted no es una persona merecedora de éxito y realización.
Esto que usted ha introyectado como “verdadero” puede revertirse cuando logre llegar a su genuino yo y tenga contacto con todo ese mundo interior donde usted genuinamente sabe que es un ser valioso/a, importante y capaz. Busque ayuda profesional para este camino. No se niegue lo que merece: ¡triunfar!
2. Mi padre es un adulto mayor. Fue y es un padre ejemplar, sin embargo, siento que no he podido asimilar su proceso de envejecimiento y por todo le grito y siento que me estorba.
R/ Si aprender a envejecer es un arte y señal de crecimiento, no menos distinto ha de ser asumir que los que amamos envejecen. Pareciera que no vamos estando listos/as para acompañarlos en la ruta y en la despedida.
Nuestros padres son un precioso regalo cuando han sido ejemplares, pero su envejecimiento –resultado del mismo proceso de la vida– es ineludible. Este proceso no se revierte, está en la vida misma, es vida. Su papá no es un ser distinto en la humanidad, él tiene derecho a ser más sabio y envejecer.
¿Por qué si un padre ha sido y es –como dice usted– una persona ejemplar pero de pronto envejece, nos tornamos en hijos/as que les gritamos? Los gritos y la indiferencia que provoca el “me estorba” son actitudes claras de violencia y hablan no de un rechazo simple a la vejez del padre, sino de un problema serio que usted tiene en su control de impulsos que le llevan a agredir a personas que decimos “querer”.
¿Qué encubre su enojo?, ¿de qué está tan enojado/a que le cobra al padre?, ¿qué pasó en la construcción de ese vínculo en su época de infancia?. Usted tiene la respuesta y en su hogar merecen respeto y amor mutuos, regálese un camino terapéutico, usted merece sanar y su padre ser amado y respetado no por sus años, pero también en orden a sus años.
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