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MÁS MUERTES
Algunas versiones recogidas en Bluefields afirman que los sospechosos del crimen del martes dijeron que faltan más muertes.
AP/Al Día
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Asesinos amenazan regresar
Managua/ACAN- EFE. Policías y jueces del Caribe sur de Nicaragua recibieron, el viernes, amenazas de personas no identificadas, de que serán asesinados al igual que los cuatro oficiales degollados el pasado martes, afirmó ayer una fuente policial.
El jefe de relaciones públicas de la Policía, comisionado Marlon Montano, confirmó que desconocidos amenazaron por teléfono a los oficiales del cuartel policial de Bluefields, capital del Caribe sur y a 550 kilómetros al este de Managua.
Montano dijo a la prensa local que los desconocidos manifestaron a los agentes de turno en la delegación policial que volverían al lugar donde el pasado martes degollaron a un capitán, una suboficial mayor y dos policías.
El portavoz también confirmó las amenazas telefónicas de personas no identificadas al presidente del Tribunal de Apelaciones de la localidad, Luis Fernando Flores, a quien le expresaron: “el próximo asesinado serás vos”.
Flores es magistrado tanto de la sala penal como de la civil del tribunal de alzada de Bluefields, donde se radican varios recursos de amparo en juicios contra narcotraficantes y traficantes ilícitos de madera preciosa, uno de los recursos naturales de la zona.
Montano indicó que la Policía Nacional brinda protección a Flores desde antier y mantiene su operación, en conjunto con tropas especiales del Ejército de Nicaragua para detener a los integrantes del grupo que asesinó a los policías. IntimidadoPedro Gutiérrez, esposo de la suboficial mayor Ruth García, una asesinada el martes, también denunció a la Policía que un grupo de desconocidos le amenazó de muerte el jueves.
Según Gutiérrez, los desconocidos le gritaron “guarda cuidado, aún faltan más asesinatos que ver”.
El oficial reiteró que la Policía investiga todas las hipótesis sobre la presunta identidad de los asesinos de sus oficiales, pero ni confirmó ni desmintió la versión de que estos serían expolicías molestos con la institución.
Distintos medios de comunicación no descartan que los asesinos de los cuatro policías sean antiguos agentes, dados de baja deshonrosa de la institución en Bluefields por estar vinculados con elementos pertenecientes al narcotráfico.
Esta versión incrementa, porque se dice que los asesinos entraron “sin problemas” al cuartel policial, lo que conduce a pensar que los oficiales los conocían.
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