Domingo 9 de mayo, 2004. San José, Costa Rica.



 

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Intenso patrullaje
Unos 60 oficiales cuando ayer, a las 6:00 a.m., buscaban al supuesto asesino de un comerciante naranjeño, en carreteras, caminos rurales y cafetales en el sureste del cantón.
Carlos SALAZAR/Al Día

Esquivo y amenazante

Carlos SALAZAR, corresponsal
Rodolfo MARTÍN,

Naranjo, Alajuela.-El autor del crimen del pulpero Fernando Gutiérrez Molina elude a la policía y mantiene en zozobra a la población del sureste de este cantón alajuelense, según lo admitieron ayer las propias autoridades.

Al pequeño comerciante, de 63 años, le dispararon un balazo con una arma AK-47 después de que asaltaron su pulpería. La zona fue escenario ayer –entre las 4:30 a.m. y las 10:45 a.m.– de un amplio dispositivo policial protagonizado por 60 hombres de la Fuerza Pública y del OIJ. Juan Miguel Ovares, jefe de la Fuerza Pública de Naranjo, aseguró que el sospechoso fue visto anteayer por unos vecinos cuando estaba subido en un árbol haciendo señas para que lo detuvieran.

Además, hay testimonios de otros dos ciudadanos en ese sentido. El nerviosismo en el vecindario es tal, que algunas mujeres están reacias a enviar a sus hijos a la escuela por temor de que en el camino les ocurra algo.

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A las 8:50 a.m., un hombre de apellido Rodríguez señalaba a sus vecinos el sitio donde vio 10 minutos antes al supuesto asesino.
Carlos SALAZAR/Al Día
Intensa búsqueda

Durante las seis horas de búsqueda, la región fue revisada de manera exhaustiva para encontrar indicios sobre los posibles sitios donde se esconde.

La búsqueda, en la cual también se contó con dos perros de la Unidad Canina del Ministerio de Seguridad, se concentró en puntos entre el peaje de Naranjo, Dulce Nombre, San Francisco y en las inmediaciones de la radial de la Carretera Bernardo Soto, que conduce hacia la ciudad.

Los uniformados recorrieron fincas cafetaleras y una zona de más de tres kilómetros de la Quebrada Pilas, donde varios vecinos dieron cuenta de haber detectado la presencia del sospechoso.

El hombre, de casi 1,70 metros, pelo desaliñado y largo, de piel morena, tiene experiencia militar, ya que logra escabullirse con facilidad momentos después de ser visto, según oficiales de la policía.

El oficial Ovares aseguró que el viernes, después de las 4 p.m., el sospechoso fue visto por algunos vecinos de la familia de la víctima.

Igualmente, por un agente cuando estaba subido en un árbol haciendo señas para que lo detuvieran.

Posteriormente, volvió a hacer desplantes blandiendo su AK-47, pero cuando una patrulla de la pólicía local y agentes del OIJ inició la búsqueda, no fue posible volverlo a localizar.

Anteriormente, durante la mañana del viernes, trabajadores de una construcción, en Dulce Nombre, a unos dos kilómetros al este del sitio del asesinato, denunciaron que los termos de comida de cinco de ellos habían sido robados.

Amenazas

Flor Gutiérrez y su esposo José Antonio Vásquez dijeron que han recibido varias llamadas en el teléfono público al frente de la pulpería, para amenazar a hijos de la víctima. Vásquez, yerno del comerciante asesinado, afirmó que el nerviosismo en la familia es muy grande, y nadie concilia el sueño. “Hay mucho temor a que todo sea originado en una venganza, ya que el asesino dejó ver el rostro a mi suegro, después de herirlo”.

“Varias veces el bicho (asesino) ha llamado, desde el lunes anterior.

Entre tanto, los jefes de la Fuerza Pública y del OIJ en la región, mantenían este sábado una reunión para estudiar el caso y cambiar de tácticas, con el fin de atrapar al presunto asesino, de quien se dice conoce muy bien la zona.

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