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Wilberto Sequeira Pérez, de 13 años y su hermano Johnny, de 14 murieron ayer atropellados por un tráiler cargado de piña en Río Cuarto de Grecia.
Daniel ROJAS para/Al Día
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Trágica muerte de hermanos Míldred MARÍN, corresponsal
José Ricardo CARBALLO, redactor
josecarballo@aldia.co.cr
Colaboró Vivian MEDINA, corresponsal
Dos niños costarricenses identificados como Wilberto Sequeira Pérez, de 13 años y su hermano Johnny, de 14 murieron ayer, a la 1 p.m., aplastados por un tráiler cargado de piña cerca del puente sobre el río Toro Amarillo en Río Cuarto de Grecia.
Según fuentes judiciales, el accidente se produjo a las 12:56 p.m. a 500 metros de la vivienda de los menores, cuando ellos caminaban a la orilla, por el lado izquierdo de la carretera. El tráiler al tomar una curva, pierde el control, vuelca y los impacta, arrastrándolos por más de 10 metros.
Los niños, que murieron de inmediato en el sitio, viajaban junto a otro menor, cuyo nombre no trascendió, que logró cruzar hasta el lado derecho, evitando ser arrollado.
Este menor, así como otros testigos, señalaron que tras escuchar un estruendo, observaron el vehículo transitando a alta velocidad, por lo que no les dio tiempo de quitarse.
Sin embargo, el chofer indicó a la policía que los niños venían jugando en la carretera y él trato de esquivarlos, pero el peso de la carga que transportaba hizo que se volcara.
Por eso, hoy el OIJ enviará un croquis a peritos de Tránsito con una huella de arrastre por más de 50 metros, con el fin de determinar con certezas las causas.
Chacón Mora, quien venía de la zona de Pital, donde cargó un contenedor, con piña para llevarlo a Limón, fue trasladado al Hospital de San Carlos debido a la fractura que presentaba en uno de sus codos.
Además, al comunicársele sobre la muerte de los niños, entró en una crisis nerviosa, informó Armando Vargas de la Cruz Roja de Río Cuarto.
Al chofer del camión también se le practicó una alcoholemia así como una prueba de sangre, pero los resultados fueron negativos. Escena impactanteLos cuerpos de los infantes, que fueron levantados a eso de las 4:30 p.m., quedaron casi irreconocibles y muy embarrialados por el arrastre del vehículo.
Así lo explicó el cruzrojista Glen Castro, quien añadió que la escena fue muy impactante para él y sus compañeros.
“Duele mucho, porque hay niños de por medio. Es evidente que el impacto fue bastante atroz, no hay palabras para explicarle lo que yo sentí cuando tomé a uno de esos menores en mis brazos y saber que ya no tenían vida. Es muy duro”, afirmó Castro, visiblemente afectado. Familia honradaLos hermanos provenían de una familia, vecina de Río Cuarto, que había llegado a Costa Rica hace 15 años. El padre, de nacionalidad nicaragüense, Seferino Sequeira Ortiz, trabaja en una granja porcina, propiedad de los hermanos Marotto.
Ortiz se encontraba laborando cuando ocurrió el hecho y la madre Luz Marina Pérez Rivas, también nicaragüense, estaba en la vivienda cuidando a su hijo pequeño.
Víctor Vargas, miembro de la Fuerza Pública, relató que hace muchos años conoce a esta familia, “muy humilde y esforzada”.
Agregó que a la llegada de los papás al sitio, minutos después del accidente, doña Luz Marina tuvo que recibir atención médica por el impacto que le produjo la escena.
Wilberto y Johnny habían terminado de cursar la primaria en la escuela local y actualmente no se encontraban estudiando, por lo que ayudaban a su papá en labores agrícolas.
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