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¡Qué ritmazo! La orquesta Tuira y Rómulo Castro (de azul) de Panamá, se unieron en una fiesta rítmica y visual con Manuel Monestel (gorro rojo) y Guillermo Anderson de Honduras, ayer, a las 8:30 p.m. Esteban DATO, para/Al Día
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FIA llegó a la última estación
Selección de músicos centroamericanos Isaac Lobo ilobo@aldia.co.cr
El Festival Internacional de las Artes (FIA) tuvo un cierre de lujo, en el que un tren artístico hizo un recorrido por el sabor centroamericano, gracias al talento de un selecto grupo de artistas de la región.
El escenario, en la antigua estación al Pacífico, estuvo abarrotada de un público dispuesto a escuchar buena música.
Los organizadores calculan que llegaron unas 4 mil personas.
A las 6 p.m. se inició uno de esos conciertos que erizan la piel y elevan el espíritu. Los primeros en embrujar la noche fueron Éditus, que representaron dignamente a Costa Rica.
Álvaro Aguilar, de Guatemala y exintegrante de Alux Nahual, guitarra en mano, se llevó una lluvia de aplausos.
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Duende cantor Alvaro Aguilar no se cansó de conversar con el público. Su canción “La fábula del grillo y el mar” fue la más coreada. Esteban DATO, para/Al Día
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Luego llegó el sabor panameño de Rómulo Castro, con su orquesta Tuira, toda una fábrica de fusión, que hizo que los asistentes estallaran de júbilo.
Piano, timbales, flautas, guitarras, percusión y un grupo selecto de voces fueron los cómplices de la pachanga.
La noche la cerró la alegría de Guillermo Anderson y su sabor hondureño, la música experimental de Adrian Goizueta, de Manuel Obregón, Luis Enrique Mejía Godoy y de Malpaís.
El FIA, que agitó el ambiente cultural costarricense desde la noche del pasado 17 de noviembre, llegó finalmente anoche a su última estación.
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