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Atrapado
Un hombre de apellido Vilmar es el presunto responsable de la muerte de Maritza Obando, de 25 años, ayer en Rincón de Paraíso de Cartago.
Ignacio MATA/Al Día
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Mujer asesinada por compañero
Rincón de Paraíso, Cartago Erick CARVAJAL MORA, redactor
Ignacio MATA, corresponsal
ecarvajal@aldia.co.cr
Paraíso, Cartago.-Martiza Obando, de 25 años, cayó al suelo frente a la casa de su amiga, desesperada, cansada por los golpes y heridas. Detrás de ella, su excompañero sentimental, de apellido Vilmar, sostenía un cuchillo ensangrentado.
Unos minutos antes, a las 10 a.m., ella había llegado con su hija, de 8 años, y un amigo, aun no identificado por las autoridades, para pasar un domingo tranquila con sus amigas.
Desde el 26 de agosto, había interpuesto una serie de denuncias por las agresiones de Vilmar.
Al hombre se le habían dictado una serie de medidas cautelares, pero ayer, esas órdenes no sirvieron para nada. Obando tenía unos dos meses de haberse separado de él.
Vilmar llegó en una bicicleta y empezó a discutir con Obando, Y de las palabras pasó a los golpes.
“La gente del vecindario quería quitárselo de encima, pero Vilmar estaba como loco”, dijo Teresa Aragón, amiga de la mujer.
Obando, que tenía varias heridas en su abdomen, quiso refugiarse en la casa de su amiga, pero las fuerzas la abandonaron en la entrada de la casa. Vilmar, quien se había dado a la fuga, fue buscado por los alrededores por la Fuerza Pública.
A eso del mediodía se entregó a las autoridades. “Yo fui”, fueron las únicas palabras que dijo.
Ambos son nicaragüenses y tenían varios años de vivir en Costa Rica.
Los dos trabajaban en una finca de Rincón de Paraíso. Ella como empleada doméstica y él en las labores del campo. Tenían una hija de 8 años.
Aragón comentó que desde hace mucho tiempo, Obando era víctima de la agresión de Vilmar.
Los dos se conocieron en Niracagüa y juntos vinieron a Costa Rica buscando un mejor futuro.
“Las cosas estaban mal entre ambos, al punto, que ella lo había acusado ante las autoridades y él ya había sido notificado”, comentó Arnoldo Alvarado, delegado cantonal de la Fuerza Pública en Paraíso.
“Ella vino en varias oportunidades a denunciar”, agregó el delegado.
Las autoridades presumen que el ataque de Vilmar fue producto de los celos, al ver que su excompañera estaba al lado de otra persona.
Mínor Monge, sargento de la Fuerza Pública, dijo que Vilmar estaba en la casa de unos familiares y no opuso resistencia a la hora del arresto.
“Solamente manifestó que había sido él y se entregó”, comentó Monge.
Con Obando, son 18 las víctimas mortales de la violencia doméstica, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU).
La más reciente víctima había sido Kattia Rivas Brenes, de 29 años, asesinada supuestamente por su compañero de origen asiático y de apellido Tang. Los hechos ocurrieron el 20 de octubre pasado.
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