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El Laboratorio Nacional de Aguas del AyA realiza estudios periódicos sobre la calidad del agua en los acueductos rurales del país. Archivo/Grupo NaciónAl Día
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Molestos por desinformación Elsa ROJAS, corresponsal
Ciudad Quesada.- El presidente de la Asociación Administradora del Acueducto Pablo Presbere de Sarapiquí, José Antonio Castro, manifestó su disgusto porque el Laboratorio Nacional de Aguas, del Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA), no les brinda la información sobre los análisis realizados al acueducto.
El 9 de septiembre, El Norte/Al Día publicó los resultados de los últimos estudios que ha efectuado el Laboratorio en los acueductos rurales de San Carlos, Upala, Sarapiquí y Guatuso.
De acuerdo con la información brindada, el acueducto de la comunidad Pablo Presbere, en la Virgen de Sarapiquí, forma parte de un grupo de 57 que presentan calidades no potables, ya sea porque el nivel de coliformes fecales es superior a cuatro o porque se encontraron restos de la bacteria escherichia coli.
El presidente de la Junta Administradora recordó que en julio, cuando el funcionario de AyA que tomó la muestra estuvo en la comunidad, le indicó que en un mes les remitirían los resultados, lo cual no ha sucedido.
Castro aseguró que la institución debería enviarles esa información, antes de darla a conocer a la prensa.
“Pero de la manera que se hizo, lo que se pretende es desprestigiar a la junta directiva, porque no se les dio oportunidad de hacer las mejoras para corregir las deficiencias apuntadas”, opinó. “No la han solicitado”Dárner Mora, encargado del Laboratorio Nacional de Agua, indicó que ningún representante del acueducto Pablo Presbere ha solicitado la información.
Apuntó que siempre y cuando la información se solicite por escrito, tal y como lo hizo este medio, se le entrega a los interesados.
También manifestó que los administradores de acueductos son responsables de controlar la calidad del agua, acudiendo al laboratorio del AyA o a cualquier laboratorio privado que brinde el servicio.
Mora advirtió que a la entidad le corresponde la vigilancia del agua que consumen los costarricenses, por lo que se realiza un análisis cada uno o dos años. Aclaró que la institución no tiene obligación de transferir esa información a los administradores de acueductos.
Sin embargo, Castro expresó que este es un mecanismo que utiliza AyA para desestabilizar a los acueductos rurales, ya que a su criterio, la entidad estatal lo que pretende es quedarse con ellos.
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